El más reciente comunicado de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, titulado ‘El ELN cumplió el compromiso de suspensión temporal de retenciones económicas’, es para la Defensoría del Pueblo una nueva posición que contraría la buena intención que ha tenido el gobierno de turno de alcanzar, vía negociación, la paz para el país.
“El anuncio del ELN de dar por terminada la suspensión de los secuestros de civiles con fines económicos, demuestra por enésima vez la poca voluntad que tiene para sacar adelante una conversación de paz, pese a los compromisos establecidos previamente por las delegaciones del Gobierno Nacional y ese grupo subversivo”, asegura el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
La práctica del secuestro va en contravía de los principios rectores del derecho internacional humanitario (DIH), desfigura la dignidad de las personas, violenta los derechos humanos, pone en peligro el más valioso de ellos, como lo es el derecho a la vida. “Dejar en libertad a una persona a cambio de dinero, es pisotear la condición humana, llevar a la víctima y a sus familiares, que también son víctimas, a la humillación”, manifiesta el Defensor del Pueblo.
En relación con la postura bélica del Estado Mayor Central (EMC), disidente de las Farc, Camargo Assis considera que, luego de que ese grupo rebelde masacrara a cuatro uniformados del Ejército en el Cauca hace contados días, lo que también refleja es su poca o nula voluntad para sumarse a los vientos de paz que el pueblo clama en todo el territorio nacional.
“El hecho de que el jefe de Estado anuncie una ofensiva militar en ese departamento para que sea combatida la criminalidad, no es otra cosa que atender lo consignado en la Constitución Política: velar por la seguridad de la población, siempre respetando los derechos de las personas”, afirma el Defensor del Pueblo.
Las posiciones bélicas y malintencionadas de ‘Antonio García’ e ‘Iván Mordisco’, máximos comandantes de las dos estructuras amadas ilegales, este último con una reciente condena en firme por reclutamiento forzado de menores de edad, finalizó Camargo Assis, “son la radiografía de unas mentes envenenadas, retorcidas, cuyo único propósito es hacer el mal en la Tierra. ¿Hasta cuándo, señores? Concientizarse de la voz unísona de los colombianos, atender su llamado, no es una utopía: la paz es posible, pero no a las malas”.