En el cementerio católico de Saravena, el silencio volvió a hablar. En el marco de la tercera fase de intervención forense, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) llevó a cabo una nueva jornada de exhumaciones, en cumplimiento de la medida cautelar emitida por la Jurisdicción Especial para la Paz (Auto 425 de 2023).
Durante la intervención, el equipo forense abordó 33 contenedores y 8 bóvedas, centrándose en cuerpos no identificados (CNI) y cuerpos identificados no entregados (CINE), presuntamente relacionados con desapariciones forzadas ocurridas en el marco del conflicto armado que azotó la región durante décadas.
En total, se revisaron 42 cuerpos aplicando los criterios técnicos de la UBPD. De ellos, 13 fueron recuperados: 10 serán trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) para su proceso de identificación, y 3 que mostraron correspondencia post mortem fueron sometidos a la toma de muestras óseas y dentales.
“Con estas acciones se quiere dar respuesta a las solicitudes de búsqueda de personas desaparecidas en Saravena, incluso de quienes residían fuera del departamento o en Venezuela”, afirmó Elba Rocío Sánchez Rosas, coordinadora territorial de la UBPD en Arauca.
Más que huesos, son historias
Desde la década de 1980, Saravena ha sido epicentro de múltiples violencias. Retenes ilegales, desplazamientos forzados, desapariciones en medio de la guerra. Muchas familias recuerdan la última vez que vieron a sus seres queridos. Algunos jamás regresaron. Otros fueron enterrados sin nombre, lejos de casa. El cementerio católico se ha convertido en un testigo silencioso de esta tragedia.
La intervención forense se complementó con una jornada institucional, en la que se recibieron 26 nuevas solicitudes de búsqueda, se practicaron 41 tomas de muestras biológicas y se realizaron 34 diálogos iniciales con familiares, además de 33 entrevistas técnico-forenses.
El proceso no termina aquí. La UBPD continuará trabajando en el cementerio en los próximos meses. Será necesario cruzar registros genéticos, cotejar ADN con familiares, y reconstruir trayectorias de desaparición que, en muchos casos, atraviesan fronteras y décadas de dolor.
Un llamado a la memoria colectiva
El trabajo de la UBPD también se nutre de los aportes de la comunidad. Muchos cuerpos han sido identificados gracias a información confidencial brindada por personas que deciden hablar. Por eso, la entidad hace un llamado a quienes tengan datos sobre desaparecidos o posibles lugares de inhumación a comunicarse vía WhatsApp o llamada al 316 2872306, o acudir directamente a la sede en Arauca capital (Calle 18 #29-45).
La búsqueda continúa. Porque detrás de cada cuerpo hay un nombre, una historia, y una familia que aún espera.