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Juan Qüenza: Entre la soledad, las mentiras y el populismo

Las recientes declaraciones del alcalde de Arauca en medios nacionales, nuevamente generaron polémica y muchos lo calificaron como irresponsable y que no midió las...
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Juan Qüenza: Entre la soledad, las mentiras y el populismo

Las recientes declaraciones del alcalde de Arauca en medios nacionales, nuevamente generaron polémica y muchos lo calificaron como irresponsable y que no midió las consecuencias de sus declaraciones para los habitantes de esta zona fronteriza con Venezuela.

En una entrevista a la Revista semana, arremetió contra el considerado hombre fuerte de Venezuela, Diosdado Cabello y advirtiéndolo que “si llega a pisar mi municipio, “Voy por los 25 millones de dólares, es un bandido”.

Si bien es cierto que el gobierno de los Estados Unidos ofrece esa recompensa por el considerado hombre de confianza de Nicolás Maduro, también lo es que no midió la consecuencia de lo que sus declaraciones puedan traer para cientos de personas que se movilizan diariamente entre el Estado Apure y Arauca.

Un hombre como Cabello, que tiene la capacidad de ordenar la movilización de los poderosos aviones Sukhoi Su-30 del régimen, ante la crisis del Catatumbo, fácilmente podría también ordenar extremar los controles en la frontera y dificultar el paso de cientos de personas que se movilizan hacia lado y lado de la frontera, incluso, podría verse afectado el comercio en Arauca, por esos eventuales controles, cuando es bien sabido que en estos momentos, quienes están moviendo el comercio son los ciudadanos de ese país.

Pero más incoherente aún, es que hace tan sólo unos pocos meses, visitó a José Chema Romero, alcalde de Guasdualito (Estado Apure) y participó de sus fiestas patronales. Esto sin olvidar que había manifestado su intención al Concejo Municipal, de solicitar un permiso para desplazarse hasta Elorza, en el mismo estado venezolano, también a sus fiestas.  

La soledad de Juan

El panorama político del alcalde Qüenza es cada vez más difícil y está enmarcado por una serie de complejos procesos en la Procuraduría General de la Nación y en la Fiscalía, que pueden llevarlo a salir del cargo o incluso a la cárcel.

Tal vez por eso intentó levantar una espesa cortina de humo desde medios nacionales, donde aseguró que: “Me arrepiento de haber votado por Petro”. Asimismo dijo que “la Paz Total del gobierno es un proyecto fallido que permitió el fortalecimiento de los grupos criminales”. Esto a sólo horas de que el gobierno nacional declarar la Conmoción Interior, donde se daba por hecho que Arauca estuviera incluida.

Pero en esta oportunidad, volvió a caer en una de sus mentiras y contradicciones, ya que el 19 de junio de 2022, realizó la siguiente publicación: “Le cumplimos a la democracia. Como había manifestado mi intención de voto en esta oportunidad fue para el ingeniero Rodolfo Hernández Suárez, presidente 2022 – 2026”. Asunto totalmente contrario a lo que dijo en la Revista Semana, Blu Radio y Caraco TV.

A esta situación de reiteradas incoherencias y declaraciones irresponsables, hay que sumársele la soledad política. Si bien es cierto, ha coincido con el Gobernador de Arauca, Renson Martínez, en algunos actos protocolarios, para todos es sabido que esta relación es tensa. Incluso algunos funcionarios de la administración departamental, dicen que Qüenza “no genera confianza y que el diálogo con él es muy difícil”.

De la misma manera, el alcalde de Arauca no tiene ninguna relación con los Representantes a la Cámara: Lina María Garrido y Germán Rozo Anís, con quienes a sostenido fuertes discusiones. Por último, las declaraciones en medios naciones, muy seguramente también tendrán incidencia con el Presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, así como con el gobierno venezolano. Sin olvidar, lo que también es un secreto a voces, la crisis de la relación con su esposa, Stephany Ortiz.

Este conjunto de situaciones en lo político y lo personal, sin lugar a dudas están afectando al alcalde Juan Qüenza, a la administración y a los ciudadanos que en últimas son los que terminan asumiendo las consecuencias de sus errores e irresponsabilidad.  

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