A través de un comunicado público, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) lanzó duras críticas contra el presidente Gustavo Petro, a quien calificaron como el “Judas de los pobres”, y condicionaron el cese de hostilidades contra la infraestructura petrolera a un acuerdo con el Gobierno Nacional que implique una redistribución directa de recursos a las comunidades.
En el documento, la guerrilla propuso al Estado colombiano la posibilidad de suspender su accionar militar contra los oleoductos de Caño Limón y Bicentenario, a cambio de lo que denominaron un “monto social”, administrado por las comunidades más empobrecidas del país.
“Mientras exista la negativa, los oleoductos (…) continuarán siendo objetivo militar”, advierte el grupo armado ilegal.
El ELN también acusó a funcionarios de Ecopetrol de estar vinculados con crímenes y de colaborar supuestamente con grupos paramilitares y estructuras de las Fuerzas Militares.
“Funcionarios de Ecopetrol están incursos en crímenes, financiando y actuando junto a grupos paramilitares”, señala el comunicado.
El mensaje se produce en medio de denuncias de violaciones al DIH y ataques a la Fuerza Pública en distintas regiones del país, incluyendo el departamento de Arauca.
Hasta el momento, ni el Gobierno Nacional ni Ecopetrol se han pronunciado oficialmente sobre las acusaciones y exigencias del ELN. El anuncio vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad de la infraestructura energética nacional y la continuidad del proceso de paz.

