Las actuales políticas exteriores con el gobierno de Nicolás Maduro, que rompen cualquier canal de diálogo diplomático con Colombia, podrían ser una de las principales razones por las que en las úitimas semanas, se han intensificado los casos de violaciones grupales a mujeres en los pasos fronterizos con Venezuela.
Así lo denunció en Caracol Radio el Observatorio de Asuntos de Género de Norte de Santander, que data de una serie de agresiones contra mujeres, niños y comunidad LGBT, violaciones colectivas, feminicios, torturas y trata de personas con fines de explotación sexual, que se presentan en las trochas o también llamados Ā«pasos fronterizos irrregularesĀ», que dan hacia Villa del Rosario en territorio colombiano, aledañas al Puente Simón Bolívar y al Puente Internacional de Tienditas en Venezuela.
Estos pasos fronterizos son vigilados por grupos armados ilegales que irrumpen la tranquilidad de los habitantes y realizan esta serie de agresiones, que también son atribuidas según el Observatorio a la Guardia Nacional, porque según las víctimas las maltratan y destruyen sus pertenencias y órdenes médicas en los puntos de cruce.
Ā«El control armado que ejercen sobre las trochas los grupos armados al margen de la ley, tiene un efecto directo sobre la vida y la integridad de las mujeres y comunidad LGBT, sobre todo porque estamos hablando de violaciones grupales y notamos un patrón de que hay mucho miedo de denunciar, porque no hay las condiciones de seguridad para que las víctimas puedan hablarĀ», señaló la delegada del Observatorio.
Además, alertaron porque del total de casos registrados, solo el 22% denunció los hechos y el 14% contó con atención en salud, teniendo en cuenta que en ese parte del país los centros médicos no brindan el servicio a las víctimas, por lo que en los últimos días falleció una mujer por negligencia.
El Observatorio Ā«atribuye estas graves violaciones de derechos humanos al estado colombiano, por las políticas exteriores que mantienen con Venezuela, porque rompen el diálogo y no permiten la cooperación binacional para garantizar una movilidad humanaĀ», y la protección de las mujeres, niños y la comunidad LGBT, que por necesidad deben cruzar la frontera.