“Desde la Defensoría del Pueblo valoramos el acuerdo alcanzado entre las delegaciones del Gobierno Nacional y del Ejército de Liberación Nacional, relacionado con el hecho de que esa guerrilla renuncia a la inhumana práctica del secuestro con fines económicos”, indica el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, luego de que fuera dada a conocer una comunicación oficial conjunta de las partes negociadoras, tras el fin del quinto ciclo de conversaciones.
“Esta decisión, en el mismo sentido de la anunciada hace unos días por el autodenominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, nos llena de optimismo y nos permite reiterarles a los demás grupos armados ilegales y organizaciones del crimen organizado que también cesen el secuestro”, asegura el Defensor del Pueblo.
Carlos Camargo Assis agrega que es esta la ocasión para recordarles a los grupos armados que están apostándole al diálogo: “Y es que, además de ponerle fin al secuestro, también deben abandonar el reclutamiento, uso y utilización de niñas, niños y adolescentes, y entregar de inmediato a todos los menores de edad que tienen en sus filas”.
Razón por la que el Defensor del Pueblo insta a que en el próximo ciclo de conversaciones, tanto el ELN como El Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, el tema primordial a tratar sea el execrable delito del reclutamiento de menores de edad.
“Entre tanto, continuaremos brindando nuestra capacidad institucional y canales humanitarios para que, a través de la mediación, se pueda lograr de manera efectiva la entrega de absolutamente todas las personas que los grupos armados y delincuenciales tienen en cautiverio”, señala Camargo Assis.
Añade que fueron dadas instrucciones a todos los Defensores Regionales de la entidad nacional de derechos humanos: “El fin es que estén atentos a adelantar las misiones humanitarias a las que seamos convocados. Porque estamos convencidos de que para alcanzar la paz se requieren palabras de paz con hechos de paz”.
Igualmente, recalcó que la Defensoría del Pueblo también estará vigilante de todas las acciones que puedan contrariar lo establecido en el derecho internacional humanitario (DIH) y afectar a la población civil, hechos que en ningún caso pueden ocurrir en medio de los actuales procesos de paz y los ceses bilaterales al fuego acordados.
