El excandidato a la presidencia de Colombia, Rodolfo Hernández, fue hallado responsable el cargo de interés indebido en la celebración de contratos por el sonado caso de corrupción, conocido como Vitalogic. El juez décimo penal del circuito de la capital de Santander determinó que Hernández, cuando se desempeñó como alcalde de Bucaramanga y miembro de la junta directiva de la Empresa de Aseo de Bucaramanga, es responsable de los delitos que le fueron imputados.
Esto desde que se circuló la versión de que uno de sus hijos, Luis Carlos Hernández, había pactado una coima de 100 millones de dólares como comisión por adjudicar un contrato para el tratamiento de las basuras.
Hernández alegó que sí había presionado para que se resolviera el problema de las basuras a través de la adopción de un mecanismo para tratar las basuras ante los problemas para seguir con las operaciones del relleno sanitario del Carrasco.
Sin embargo, adujo que era su papel como alcalde de Bucaramanga, pero no se reunió con funcionarios de la Empresa de Aseo (Emab) para que se concediera un contrato de asesoría a un particular llamado Jorge Hernán Alarcón Ayala.
En contra de Hernández pesaban los testimonios de José Manuel Barrera Arias, exgerente de la compañía, y de otros funcionarios como César Fontecha.
El excandidato lloró al finalizar su intervención en medio de la audiencia de alegatos dentro del proceso penal por el entramado de corrupción conocido como el caso Vitalogic.
Tras hacer una vehemente defensa de su gestión desarrollada cuando se desempeñó como alcalde de Bucaramanga, irrumpió en lágrimas, revelando que tiene “cáncer terminal”.
