Desde Cubará, en el marco de la entrega de cuatro nuevos centros de acopio de cacao en los departamentos de Arauca y Boyacá, el presidente Gustavo Petro instó al Gobierno nacional a avanzar de manera decidida en la agroindustrialización y comercialización del cacao colombiano, planteando soluciones estructurales como la aceleración de la construcción de la carretera de La Soberanía.
Durante su intervención ante líderes cacaoteros, el mandatario criticó la asignación presupuestal fragmentada para esta vía estratégica y presentó dos mecanismos para lograr su ejecución integral:
“¿Qué hacer con la carretera de La Soberanía si no está presupuestada sino un pedacito cada año?”, cuestionó el presidente. Como alternativa, propuso un esquema de contratación con una entidad especializada que permita financiar la obra a través de vigencias futuras, adelantando los recursos necesarios mediante endeudamiento controlado.
La segunda opción presentada consiste en redireccionar recursos no ejecutados de megaproyectos 4G y 5G —afectados por incumplimientos— hacia las denominadas ‘Carreteras de la Paz’, entre las cuales se encuentra la vía de La Soberanía.
“Me comprometo a que en un mes sabremos si estas carreteras que yo llamo Carreteras de la Paz se pueden hacer más ágilmente”, aseguró el presidente, reiterando su línea de priorizar las vías campesinas y rurales por encima de las grandes dobles calzadas.
Tres claves para la transformación del cacao
En el encuentro, el jefe de Estado señaló que para que la agroindustria cacaotera despegue y tenga proyección internacional se requiere avanzar en tres frentes esenciales: capital, asociatividad y conocimiento.
Sobre el capital, criticó los bajos montos otorgados por el sistema financiero: “El Banco Agrario no puede seguir dando de a 10 millones por persona. Si las máquinas para una chocolatería valen 5 mil millones, pues son 5 mil millones”, enfatizó.
En cuanto a la asociatividad, defendió el cooperativismo como modelo de desarrollo rural, y subrayó la importancia de fortalecer alianzas productivas y redes de pequeños productores.
También hizo un llamado al aprovechamiento del conocimiento técnico y científico que ofrecen entidades como Agrosavia y el ICA, especialmente para resolver retos como la presencia de cadmio en los suelos. “Si se le quita el cadmio a la tierra, el chocolate de Arauca puede exportarse hasta París y Pekín”, aseguró.
Concluyó afirmando que el país ya ha dado pasos importantes en la cadena del cacao, pero que es momento de apostar al máximo nivel de industrialización, en beneficio de las comunidades productoras y de la economía nacional.