Ante los ministerios de Agricultura y Hacienda, el fondo Nacional Cacaotero y el Departamento Nacional de Planeación, se elevaron peticiones para que el cacao araucano no se incluya en una denominación de origen compartida con la Orinoquía; y por el contrario, se opte por la ‘denominación de origen cacao araucano’.
Esta puja, la inició el primer mandatario de los araucanos con el objeto de proteger y exaltar las bondades del departamento de Arauca, cuyas tierras tienen características únicas para la producción de este grano que ha sido exaltado en escenarios internacionales dejando el nombre del país en alto.
Factores ambientales y sociales, así como los clones y demás elementos que hacen parte del modelo araucano, son materiales genéticos descubiertos en esta zona del país durante más de 30 años de investigación, convirtiendo al cacao que se produce en este territorio en un producto exclusivo por su sabor y aroma; razones de alto valor por las que, Renson Martínez Prada, considera que este avance tan importante debe llevar la marca de Arauca a cualquier parte del mundo, situación que defenderá férreamente por la vía legal.
“La intención de la Federación Nacional de Cacaoteros es dar trámite a la denominación de nuestro cacao, extendiéndolo a los departamentos de Casanare y el Meta para que se convierta en ‘origen de cacao Orinoquía’, lo que hemos rechazado vehementemente; por eso, mediante derechos de petición hemos solicitado los estudios para conocer si es cierto que se está tramitando esta idea ante la superintendencia de Industria y Turismo”, aseguró el Gobernador, durante la sexta jornada de Plan de Desarrollo realizada en el municipio de Arauquita.
A la vez, el mandatario enfatizó: “no podemos permitir tal engaño, los otros departamentos no tienen las condiciones para equipararse con la calidad de este producto insigne araucano, no vamos a ceder bajo ninguna circunstancia porque tenemos la razón en todos los aspectos, especialmente desde el punto de vista legal”.
La posición del gobierno departamental es ampliamente respaldada por todo el gremio cacaocultor, y se espera que toda la evidencia histórica, cultural, ambiental y de genética, permita que el origen de este fruto continúe siendo, ante Colombia y el mundo entero: ‘cacao araucano’.
