Por primera vez en Colombia se elegirán 16 curules en la Cámara de Representantes para víctimas individuales o colectivas, correspondientes a las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (CTREP). Estas curules, establecidas en el Acuerdo de Paz, hacen parte de un mecanismo de reparación y apertura democrática para las regiones y para las víctimas afectadas por el conflicto armado en Colombia.
La Fundación Paz y Reconciliación (Pares) alertó, en el cuarto informe sobre Violencia y Dinámica Electoral, que el último año ha estado marcado por la falta de garantías electorales y de orden público en los territorios, lo que amenaza la óptima realización de estas elecciones.
Esteban Salazar, coordinador de la Línea de Democracia y Gobernabilidad de Pares, expresó que se han identificado tres riesgos estructurales en la elección de las curules de paz, sobre los cuales hacen un llamado de atención.
“El primero, es la presencia de estructuras armadas en estos territorios. Recordemos que son 167 municipios y de ellos, en 138 hay por lo menos la presencia de un actor armado” manifestó Salazar.
Según Pares, las disidencias de las FARC hacen presencia en 90 municipios, seguido por El Clan del Golfo en 73 y el ELN en 70 municipios (CTREP).
Salazar, señaló que el segundo riesgo estructural son las economías ilegales, principalmente por la siembra de cultivos de hoja de coca, que están presentes en 116 de los territprios circunscritos de paz.
En tercer lugar, Pares resaltó que un mecanismo de violencia política, que amenaza la elección de las curules de paz, es la cooptación política por parte de clanes políticos.
“En las 16 circunscripciones hemos identificado 33 clanes que tienen un interés puntual de cooptar estas curules de paz, en donde tiene participación clanes asociados a departamentos en el Cesar, en el sur de Córdoba, en Norte de Santander y en Chocó” expresó Salazar,
Pares, advierte que de los 33 clanes identificaos, 7 estarían buscando quedarse con las curules de paz. Se trata del Clan del Barretismo en el Tolima; el Clan de la Gata en Bolívar; el Clan Gnecco en el Cesar; el Clan Sánchez Montes de Oca en Chocó; y el Clan de Barguil, Clan Amín- López- Calle y el Clan del Mussimo en Córdoba.
La Fundación Paz y Reconciliación reiteró que podría haber un alto grado de abstención electoral en estos territorios, debido a la presencia de grupos armados ilegales en el Pacifico Nariñense, Pacifico Medio, Bajo Cauca y Catatumbo, especialmente en los municipios de Tibú, San Andrés de Tumaco, el Tambo y el Tarra.
El coordinador de Democrácia y Gobernabilidad le hizo un llamado a la Comisión Nacional de Garantías Electorales “para que rodee las candidaturas de las circuncisiones de paz en una condición de seguridad integral y se garantice la seguridad de los candidatos”.
Por último, Pares le solicitó a la Registraduría que garantice las condiciones para que las víctimas del conflicto armado puedan ejercer derecho al voto.