La inteligente decisión de desmovilizarse, le ha abierto las puertas para que 21 integrantes del ELN lleguen a la reconciliación y reintegración a la sociedad civil en donde se les brinda las herramientas necesarias para iniciar un nuevo proyecto de vida, y si las personas ponen su empeño en ser mejor y así poder alcanzar lo que se propongan.
Son permanentes los esfuerzos que adelantan las tropas de la Fuerza de Tarea Quirón, por medio de actividades enmarcadas en el esfuerzo no armado, en las cuales se dejan mensajes de invitación a los integrantes de los grupos al margen de la ley para que tomen la decisión de desmovilizarse, logrando durante este año, cambiarle la perspectiva de vida a 21 personas que manifestaron el deseo de acogerse al programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado del Gobierno Nacional.
Y es que ese importante paso, de tomar la decisión de dejar las armas, es la puerta hacia un nuevo camino en donde lo que quiera lograr es posible, ya que todo un sistema de apoyo es otorgado para brindar herramientas que permitan la reintegración a la vida civil, como educación, vestuario, un salario, atención médica, protección a la familia, reubicación, asistencia para emprender proyectos productivos, entre otras cosas.
Ese es el caso de “César”, un ex integrante del Eln quien cada vez que puede, invita a los que aún se encuentran en las filas a que salgan para “aportarle al país con capacidades, ayudando no con un fusil, sino con trabajo y conocimiento”. Este joven que permaneció 22 años en la organización armada ilegal, recorrió todo el país, y en algunas oportunidades capacitó a integrantes de los frentes que se encuentran en la región del Piedemonte araucano cuando se desempeñó como comandante de una de las comisiones especiales de dicho grupo, y que hoy, por medio de su historia y vivencias quiere enviarles un mensaje de reflexión.
“A Pablito Catatumbo, Frank, Antonio, Yesenia, que los conozco y sé que son buenas personas, les digo que empiecen a cambiar su vida, salgan a capacitarse como personas, dejen las armas, que muchos compañeros han descansado y estamos mandándoles estos mensajes porque aquí uno sabe que es otra vida”, dijo “Cesar”.
Su vida hoy
Este joven desde hace 8 meses tomó la decisión de salir del Eln porque estaba cansado y especialmente, porque tiene una hija de 3 años de edad de quien se refiere “es mi vida, es todo lo que me impulsa para salir adelante cada día”.
Luego de “regresar a la libertad”, como lo manifiesta permanentemente, logró iniciar su propia empresa, que hoy es fuente de empleo para otros excombatientes del grupo armado ilegal, puesto que ha incorporado a 15 personas que tomaron la misma decisión de “Cesar” y a otras 10 personas más que él denomina como civiles que se quisieron vincular a su proyecto de vida.
“Vivir aquí en las ciudades es duro porque de pronto no tengo muy claro el conocimiento de cómo moverme, y uno debe saber que no va a ser fácil, siempre hay dificultades, pero es un campo que vengo a explorar, y toca seguir luchando, para seguir unos buenos principios como persona”. Teniendo en la actualidad 29 años de edad, “César” cuenta que cuando tenía 5 años, fue llevado por un familiar a las filas del Eln como escudo para huir del conflicto armado que se vivía en esa época en las zonas apartadas del departamento de Antioquia.
Con la sonrisa que lo caracteriza, afirma “mi vida hoy es maravillosa”. Siempre lo recalca en agradecimiento al tiempo que dispone para dedicarle a su hija y poderle ofrecer un mejor futuro, anhelando que ella vea con orgullo lo mucho que ha logrado y hacia donde se proyecta.
Sus memorias
“Comencé a tener un fusil cuando tenía 10 años de edad, y no me gustaría volver a vivir la perdida de muchos compañeros que crecieron conmigo, llegamos allá siendo niños, en este momento me gustaría tenerlos a mi lado. A veces me pongo a meditar esos 22 años de guerra que viví, no conocía lo que realmente era vivir”, así son los recuerdos de alguien que salió y no quiere volver a ver más niños en esas filas.
“Ojala que esto termine, y que los niños no sigan pasando por lo mismo, porque muchas veces la realidad lo lleva a uno allá y de todas maneras hay compañeros en este momento, menores de edad en muchos grupos, comisiones y frentes que ojalá tomen una decisión, se salgan, busquen la gran oportunidad, que sepan cómo socializan y se salgan. Acá la vida es diferente, muy buena y la verdad hay cosas que uno dice que no se pueden lograr pero sí”, es el mensaje que envía “Cesar” a los menores de edad que aún se encuentran en las filas de la ilegalidad y el terrorismo.
De otra parte, este joven que se formó y creció al interior de esa organización criminal, le recomienda a los menores de edad, “hoy después de esa experiencia, pertenecer a un grupo armado, cualquiera que sea, que ojalá ese juventud abra los ojos, que ser parte de un grupo siendo tan niño es duro, porque tiene que hacer las mismas labores que hace un compañero mayor de edad, no importa que sea hombre o mujer, es un reglamento que hay allá, y se están perdiendo de vivir lo que a esa edad un niño debería tener”.
“El estudio y el deporte es lo más primordial, mantener nuestras mentes ocupadas, en el teatro, en estudiar, empezar a formarse como niños y adolescentes esa es la mejor vida” son las palabras de “Cesar”, un adulto que añora haber tenido la oportunidad de elegir su proyecto de vida cuando era un niño, pero que ahora esto lo fortalece para brindarle más apoyo a su hija, alejándola de toda circunstancia negativa.
Finalmente, se despide diciendo “quiero agradecerle al Ejército Nacional y darles de mi parte un abrazo, un saludo, porque fueron las personas que me recibieron me han ayudado mucho en este proceso, porque ahora digo los amigos míos son militares, entonces no tengo rencores hacia nadie. Agradecerle al Ejército Nacional que por ellos encontré a mi mamá y a mis dos hermanas”.
Entre tanto, el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional continúan adelantando las campañas para motivar a quienes continúan en los grupos armados a que “vuelvan a vivir las cosas sencillas de la vida”, y les recuerdan a los integrantes del Eln, que pueden reintegrarse a la sociedad presentándose ante cualquier unidad militar en donde garantizando el respeto por la vida e integridad, los soldados siempre estarán prestos a orientarlos en esta inteligente decisión que sin duda les dará mejores horizontes.
