Un total de 103 mil viviendas se han dejado de vender en lo que va del año. El impacto también se refleja en la baja de las iniciaciones de obra, que durante 2023 caen 30,1 % en el segmento VIS y 22,6 % en la No VIS. Esto representa el inicio de obra de 49.906 unidades menos frente al 2022, que, además, son indicio de menos metros cuadrados en proceso de construcción y menor demanda de mano de obra para el 2024.
Respecto a los factores, Camacol indica que están asociados a los cambios en el programa “Mi Casa Ya”. “La reclasificación dejó a varias familias por fuera de la posibilidad de acceder al crédito”, indica el presidente de Camacol, Guillermo Herrera. Un estudio realizado por la entidad permitió establecer que, el 31 % de los hogares manifestaron haber renunciado por cambios asociados a la reducción del monto del subsidio, como consecuencia de la clasificación en el Sisbén.
A este factor le siguen las condiciones de los créditos hipotecarios, que explica el 25 % de los desistimientos en el segmento de VIS y dinámicas que afectaron los ingresos del hogar. Herrera, destacó que la reactivación del sector implica la implementación de medidas que impulsen el desarrollo de nuevos proyectos.
Entre las propuestas para la reactivación del sector sugeridas por Camacol se encuentra, garantizar la suficiencia de subsidios del programa Mi Casa Ya, ya que para el 2024 se requerirán 72.000 sólo para cubrir las entregas de lo que está en obra actualmente. La siguiente, tiene que ver con eliminar el Sisbén como criterio de acceso al programa, teniendo en cuenta que es un trámite adicional que genera demoras. Además, manifestó que los anuncios y medidas del Gobierno deben implementarse de inmediato para frenar la caída del sector.