“Ricardo Alvarado Bestene, gobernador de Arauca está ganando indulgencias con Avemarías ajenas”, esa fue la expresión que utilizaron varios beneficiarios de las unidades residenciales al sorprenderse con la colocación de una placa conmemorativa en sus viviendas con el nombre del mandatario.
Fueron habitantes del sector rural de Caranal en jurisdicción del municipio de Fortul, quienes denunciaron esta situación y hasta enviaron la placa que la actual administración departamental está instalando en las viviendas que fueron construidas por la administración del médico José Facundo Castillo Cisneros.
Esta situación no cayó muy bien entre los beneficiarios de las viviendas, quienes insistieron que sus hogares lo tienen gracias al apoyo y el otorgamiento que hizo el entonces gobernador José Facundo Castillo Cisneros, que no entienden cómo después de contar con los inmuebles se pretenda colocar una placa de recordación del actual gobernador Ricardo Alvarado Bestene, el que ha estado ajeno a todos estos procesos.
Los denunciantes que optaron por quitar estas placas que llevan el logo de la gobernación con el nombre del mandatario Ricardo Alvarado Bestene, Gobernador 2016 – 2019 y su slogan “Humanizando el Desarrollo”, optaron por quitar de sus viviendas, aduciendo que el gobernador está pescando en río revuelto.
A la fecha, en el municipio de Arauca no se le conoce en los dos años de gobierno un solo plan de vivienda al actual gobernador Ricardo Alvarado Bestene de las cientos que prometió en su campaña. La única obra de mostrar es el cuestionado monumento al Bicentenario que no ha podido inaugurar y por el que está inmerso en una investigación por la millonaria inversión y utilización de recursos de regalías y la falta de planificación.
Las obras del mandatario se han proyectado en municipios del Piedemonte Llanero, donde tuvo su aceptación y votación en la campaña que lo convirtió en gobernador, por lo que está cumpliendo con los compromisos pactados con las comunidades, algunas de ellas incumplidas y que tiene disgustado a más de uno que creyó en su promesa.
Si el gobernador quiere que lo recuerden como mandatario, tendrá que demostrarlo en estos dos años que le faltan para completar su periodo de gobierno, en caso de que los llegue a cumplir, porque a la fecha, lo recordarán como el gobernador viajero, despilfarrador de los recursos y como pésimo administrador.