Unicef presentó su informe anual sobre la situación de la infancia en el mundo y se centró especialmente en la salud mental de los jóvenes y niños, asegurando que casi 46.000 adolescentes se suicidan cada año sin que ese aspecto reciba la atención necesaria. En la encuesta hecha por Unicef, uno de cada cinco jóvenes entre 15 y 24 años afirmó que a menudo se siente deprimido y que tienen muy poco interés de llevar a cabo cualquier tipo de actividad.
A pesar de eso, el organismo señala que solo el 2% de los presupuestos de salud de los gobiernos en el planeta se destinan a la salud mental. Y agrega que tras la pandemia hay muchos grupos vulnerables como quienes ya tenían algún trastorno, las víctimas de violencias, quienes vivieron aislamiento y también duelos por cuenta del COVID-19.
Eso se complementa con un estudio de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, que dice que las pérdidas económicas por los trastornos mentales que generan discapacidad o muerte en jóvenes es de 388.000 millones de dólares.
