La Administración del presidente, Donald Trump, ha puesto en marcha un plan para multiplicar los casos de desnaturalización de ciudadanos estadounidenses naturalizados, según informó The New York Times (NYT).
Las directrices internas de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) piden a sus oficinas que remitan entre 100 y 200 casos por mes al Departamento de Justicia durante el año fiscal 2026, una cifra muy superior al promedio histórico de apenas una decena de casos anuales, indicó el diario.
La desnaturalización es un proceso legal que permite al Gobierno revocar la ciudadanía estadounidense de una persona que la obtuvo de manera fraudulenta o mediante el ocultamiento de hechos relevantes durante el proceso de naturalización.
Aunque esta herramienta existe desde hace décadas, su uso ha sido excepcional y reservado a casos de fraude grave o vínculos con crímenes de guerra o terrorismo, según expertos citados por el NYT.
Según el informe del diario neoyorquino, las nuevas directrices se enmarcan dentro de una estrategia más amplia de la Administración Trump para endurecer las políticas migratorias, que incluyen restricciones de viaje y suspensiones temporales de visas y ciudadanía para personas de ciertos países no europeos.
El objetivo oficial, dijeron portavoces de USCIS, es combatir el fraude migratorio, aunque no se han detallado los criterios exactos para seleccionar los casos.
Organizaciones defensoras de derechos civiles y abogados especializados en inmigración alertaron que una expansión masiva de desnaturalizaciones podría generar un clima de miedo entre los millones de ciudadanos naturalizados en Estados Unidos, muchos de los cuales podrían ver cuestionados sus derechos básicos, señaló el NYT.
Hasta ahora, las cifras oficiales muestran que los casos de desnaturalización han sido muy escasos en comparación con el número de personas que obtienen la ciudadanía cada año, con cientos de miles de naturalizaciones frente a una cifra tradicionalmente baja de revocaciones.

