Después de varias visitas que se iniciaron en el último mes del 2020 y de haber sensibilizado el decreto 1.500, se terminó por parte del programa de inspección vigilancia y control de alimentos, tomar esta medida en los establecimientos que no cumplían con la normatividad. «Los propietarios y administradores no tienen excusa para argumentar porque el procedimiento fue cauteloso y paso a paso», argumentó Carlos Sierra lider del programa.
Sin embargo, se observa en las actas que ninguno de ellos mostró interés en mejorar los hallazgos obtenidos en visitas anteriores y continuaron realizando esta labor en condiciones no favorables para la salud de los araucanos.