El Congreso de la República enfrentará una semana determinante para el futuro de la reforma laboral. Este lunes, la Comisión Cuarta del Senado radicará oficialmente la nueva ponencia para el tercer debate, una propuesta que ya ha generado fuertes críticas desde diferentes sectores, incluso antes de conocerse su contenido completo.
El nuevo intento de llega después de que el Congreso rechazara la consulta popular, diseñada por el gobierno para blindar derechos de los trabajadores.
La ponencia que se radicará este lunes es el resultado del trabajo de los senadores que integran la Comisión Cuarta, sin embargo, aunque el texto no ha sido revelado oficialmente, ya genera fracturas internas: la senadora Aida Avella anunció que presentará su propia ponencia con propuestas distintas.
Avella tomó la decisión pues considera que algunos puntos de la nueva propuesta “se separan mucho” de lo que el Gobierno considera que sería una buena reforma para los trabajadores.
Esto podría generar dificultades para el trámite de la iniciativa y el plan que tenían en la comisión de aprobar este tercer debate antes de que finalice el mes de mayo. El próximo lunes se radicarán ambas ponencias, ese mismo día se anunciará la discusión, para arrancar formalmente el martes 27
Las advertencias del Gobierno y de los sindicatos
El presidente Gustavo Petro no ha ocultado su malestar frente a los cambios que, según él, desvirtúan el espíritu original de la reforma promovida por el Gobierno.
“Así están acabando la reforma laboral (…) En la Comisión IV de Angélica Lozano excluyen al 80 % de los trabajadores de los recargos salariales nocturnos, se van contra la mujer, quitan salarios en días festivos, no permiten el contrato laboral para los jóvenes. No permiten el contrato laboral indefinido sino hasta por 5 años. Toda una contrarreforma”, dijo.
En línea con esta posición, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación General del Trabajo (CGT) también rechazaron la ponencia y anunciaron que no respaldarán el nuevo texto. Para las centrales obreras, las medidas incluidas son “inadmisibles” y suponen un retroceso en derechos que ya se habían aprobado en Cámara.
“Desde el Gobierno vemos con preocupación la alerta que lanzaron hoy la CUT y la CGT. Ambas centrales anunciaron que no acompañarán el trámite de la reforma. Esto se suma a lo comentado por la senadora Aída Avella. Nosotros seguiremos muy atentos. Los derechos de las trabajadoras y los trabajadores deben respetarse”, dijo el ministro del Inteior.
Antes de este nuevo episodio, el Congreso adelantó el lunes y martes pasados una serie de audiencias públicas con sindicatos, gremios y ciudadanos para escuchar las diferentes posiciones frente al texto de la reforma. Si bien estas audiencias se plantearon como un espacio de deliberación democrática, su efecto real sobre el nuevo contenido aún es incierto.