Dos situaciones irregulares, de intolerancia y profanación que llama al rechazo de la comunidad araucana y un S.O.S para las autoridades en la ciudad de Arauca para que se adopten los correctivos del caso ante el nivel de inseguridad que se viene percibiendo en la ciudad capital del departamento.
Ayer, a plena luz del día sujetos desconocidos profanaron en el cementerio local la tumba de dos menores de edad que fueron sepultadas hace pocos días por los familiares.
La situación no pasó a mayores, pues el objetivo era el de llevarse los cuerpos de las pequeñas sin saber con qué fines, dándose la intervención del administrador del campo santo, José Reynaldo Moreno.
El funcionario al momento de la situación dio parte a las autoridades y al lugar llegó personal del CTI y la Fiscalía que se pusieron al frente de esta irregularidad.
A esta situación se sumó el robo una campana de la parroquia con la que cuenta el campo santo, lo que se convierte en un acto de profanación a los bienes de la iglesia.
Aún no se conoce la reacción que tenga la iglesia católica frente a este nuevo hecho de profanación teniendo en cuenta que otros templos católicos han pasado por estas mismas circunstancias.