Tras ser sancionado por tres meses con la suspensión de su militancia en el Partido de la U y la pérdida de voz y voto, el presidente de la Cámara de Representantes, Julián López, se amarró a su curul durante la plenaria de este martes como un acto de protesta.
López se tapó además la boca con un pañuelo rojo y sostuvo un cartel en el que se podía leer que “nos pueden intentar callar, pero no podrán apagar la verdad. A mi familia, a mis amigos, al país, les digo ánimo, vamos Pa’ lante”.
“No presidiré las sesiones”
Sumado a esto, el congresista envió una carta a la mesa directiva de la Cámara en la que indicó que mientras la situación se resuelve jurídicamente, no presidirá las sesiones plenarias.
“Un rol que asumido con la mayor responsabilidad, buscando siempre el equilibrio, la garantía de los derechos de todos y la unidad en medio de nuestras diferencias, honrando la confianza que ustedes depositaron en mi”.

