Una bicicleta abandonada sobre un puente de la recta entre el cementerio local y la subestación de energía de la carrera 20 en la ciudad de Arauca prendió las alarmas de las autoridades frente a un posible atentado en la ciudad capital.
Una llamada de una persona alertó a las autoridades sobre la presencia de la bicicleta que desde un comienzo se pensó que estaba acondicionada con explosivos que sería activad al paso de una patrulla de la fuerza pública sin medir las consecuencias que se pudieran originar tras la explosión, pues en el sector se encuentra unas viviendas residenciales.
Tras esta alerta, al sitio acudieron personal de la Policía Nacional que procedió a aislar el sector para que no se presentara el paso de vehículos y peatones, aunque la alerta llamó desde un comienzo la atención de muchas personas que querían conocer lo que allí estaba ocurriendo.
Minutos más tarde un perro antiexplosivos dio la señal de positivo una vez husmeó el vehículo, lo que motivó que el personal antiexplosivos de la Policía Nacional se colocaran los equipos de protección en sus cuerpos para proceder a manipular el velocípedo.
Al lugar también llegaron los medios de comunicación de la ciudad que informaron en directo a través de sus canales radiales lo que acontecía en el lugar, mientras que el Hogar del menor de edad denominado Rin Rin Renacuajo los padres de familia llegaban apresurados atendiendo el llamado de las directivas a retirar a los pequeños antes de que ocurriera una tragedia mayor.
Luego de una hora de espera, de la pesquisa de un nuevo canino los técnicos antiexplosivos de la Policía Nacional informaron a los superiores y los medios de comunicación presentes en el lugar que la situación no pasó a mayores y se descartó el atentado terrorista por parte de los actores armados.