El pasado sábado 19 de noviembre, la ministra del Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, confirmó que a más tardar el 16 diciembre se anunciará el incremento del salario mínimo que regirá en 2023. La jefe de esta cartera aseguró que el nuevo monto, que será concertado entre las centrales obreras, empresarios y el Gobierno nacional, deberá favorecer a las “mayorías colombianas”.
Este anuncio de la ministra, en el que le dio un parte de tranquilidad a las agremiaciones y a los empleados, a quienes aseguró que el nuevo monto debe ser “digno y decente”, fue secundado por el presidente Gustavo Petro en medio de la presentación del Grupo Élite de Inspección Laboral para la Equidad de Género, un equipo de 50 mujeres que tiene el propósito de enfrentar la desigualdad en los entornos laborales.
“Hay discusiones de teoría económica alrededor del crecimiento del salario mínimo, pero poco hemos visto qué eficacia tiene. Si es del 10 %, o es del 15 %, o es del 20 % ¿qué afecta?”, cuestionó el primer mandatario durante el evento, aclarando que la prioridad es mejorar el nivel de vida de la población.
En ese sentido, confirmó que en el país, cerca del 60 % del cuerpo laboral gana menos de un salario mínimo, debido a que muchos de los colombianos tienen trabajos informales que representan ingresos por debajo a los mínimos establecidos.
“Entonces uno se pregunta, y entonces, si lo que estamos haciendo es intentar que la gente que trabaje, recupere el poder adquisitivo de sus ingresos, pues resulta que la mayor parte de las personas que tienen un ingreso no dependen de si el salario mínimo crece o no crece, porque su fuente de relación con el trabajo no tiene que ver con el salario” explicó el jefe de Estado.
Asimismo, señaló que respecto a esta realidad se estarían aplicando medidas que no cubren las necesidades de la mayoría de los colombianos, ya que más de la mitad de la población tienen condiciones salariales ajenas al incremento del salario mínimo.
Por otra parte, señaló que el precio de algunos productos y servicios: como “la carne, la electricidad, los arriendos y el transporte” se encuentran por encima del promedio debido a la inflación, lo que estaría impactando la canasta familiar de las familias colombianas; sin embargo, culpó a la especulación de estar destruyendo el “valor real del salario” en el país.
Por esta razón, le pidió a la ministra Ramírez atención frente a este punto, señalando que las centrales obreras pueden estar empeñadas en el incremento del salario mínimo, no obstante, no se estaría incidiendo en el mejoramiento de las condiciones de vida de los empleados y sus familias.
“Uno, porque mucha bajo la relación laboral. Otra porque de nada sirve crecer un 10, un 15%, si su canasta familiar crece más. Lo que está es bajando el salario y se trata es que crezca el nivel de vida de las personas, no que disminuya. No solamente vigilar este tema, sino controlarlo”, concluyó el jefe de Estado en la Casa de Nariño.