Los diferentes mercados en el municipio de Arauca se abastecieron ayer martes de productos perecederos luego que los campesinos declarados en paro agrario autorizaran la circulación de vehículos en las principales vías del departamento.
La jornada de protesta que mantienen los campesinos desde hace diez días, por el incumplimiento del gobierno nacional a los compromisos pactados desde hace ya varios años, motivó la insurrección, que tiene golpeado a la mayoría de colombianos en el territorio nacional y a esta parte del oriente colombiano.
Nadie se explica quién con tanto poder o capacidad de intimidación ordenan el cierre del comercio y paralizar la libre movilidad en las cabeceras municipales y centros poblados de Arauca hasta el punto de poner en riesgo la seguridad alimentaria de los habitantes de la región.
Gracias a la Ā«generosidadĀ» de los directivos del paro permitieron la movilidad de vehículos que trajeron los productos básicos de la canasta familiar, presentándose largas colas para comprar alimentos y especulación de precios, situación parecida a la que se vive en Venezuela.
Es la primera vez que la ciudad de Arauca afronta una carestía de alimentos de este tipo, el que se acentuó por el cierre de la frontera con Venezuela, pese a esto, desde allí los comerciantes se las han ingeniado para proveerse de alimentos perecederos.
Entre tanto el gobierno departamental y los alcaldes de las municipios afectados guardan silencio frente a esta situación, mientras que el asesor de paz del departamento se pronunció pero a favor de los manifestantes, olvidando reclamar los derechos de la mayoría de araucanos que no compartimos estas acciones de hecho, vengan de donde vengan y lo único que esperamos es que se levanten estas medidas retrógradas y se dialogue lo más pronto posible para retomar el camino de la productividad y el desarrollo del departamento que los ciudadanos de bien queremos para Arauca y Colombia.
