EDITORIAL
Paralizaron el Departamento, citaron a delegados del Gobierno Nacional, intimidan con su poder y capacidad de movilización: Analisis de los hechos en La Voz del Cinaruco.
Lograron paralizar el Departamento de Arauca por varios días, impidiendo la libre movilización de los ciudadanos. Lograron la movilización de delegados del gobierno nacional para atender sus pliegos de peticiones y conseguir la firma de de un decreto presidencial. Tienen sus voceros en los distintos estamentos del estado: la Asamblea Departamental, el Congreso de la República y hasta en los medios de comunicación, intimidan con su poder y capacidad de movilización
Hoy más que nunca, las llamadas Organizaciones Sociales, pueden ser todo en materia de reclamación de derechos, pero nada cuando se habla de responsabilidades por los perjuicios que en medio de sus movilizaciones causan a un gran sector de la sociedad. Quien responde por esto?. El derecho a la protesta es tan válido como el derecho a reclamar por las pérdidas causadas a los comerciantes, transportadores, ganaderos y agricultores, entre otros. Tan válido como el derecho a reclamar nuestra libre movilización en medio de la protesta.
Es lamentable que quienes defienden los Derechos Humanos, se acompañen en sus protestas por menores de edad. Indígenas, que llevan a sus pequeños en sus brazos, exponiéndolos a las inclemencias del clima y a los posibles choques con la fuerza pública. El sentimiento de rechazo es generalizado por la gran mayoría de araucanos, aunque los motivos de la protesta puedan ser validos, los desdibuja la capacidad de intimidación que en la sociedad producen dichas organizaciones, que “paralizan” el Departamento a su antojo, cuando atravesamos la más difícil crisis económica, producto del despojo del giro de regalías, la falta de resultados concretos en materia de inversión del Gobierno Nacional, la dramática devaluación del bolívar y las demoras en la ejecución de los proyectos del Contrato Plan.
Las Organizaciones Sociales del Departamento de Arauca y sus voceros están en la obligación de demostrarle a la sociedad araucana, que están lejos de cualquier forma de violencia. La protesta es un derecho valido, pero se debe dejar de lado la intimidación al resto de sociedad y respetar los derechos de los demás ciudadanos, incluyendo la movilización, la vida y el libre pensamiento, en un estado que reclamamos a gritos como de Derecho.
Así las cosas y demostrada la capacidad de las Organizaciones Populares, se consolidan como protagonistas políticos y sociales en Arauca, con poder económico y capacidad de convocatoria, siendo atendidas más por la necesidad de apagar un incendio, que por convicción y planeación del Gobierno Nacional, como se ha venido haciendo con otras manifestaciones y sectores sociales del país. Ojala, que esos compromisos que llevan la firma de altos funcionarios del gobierno, se cumplan, y no se conviertan en falsa expectativas para este grupo de ciudadanos.
