Hay malestar en las autoridades de policía y la misma comunidad del municipio de Arauca ante los pocos resultados que en materia de delincuencia han efectuado los jueces y fiscales en quienes recaen la responsabilidad para castigar a las personas que vienen delinquiendo y haciendo daño a la sociedad araucana.
Las quejas son constantes de la comunidad en los puntos de denuncias de las autoridades de policía y hasta los mismos medios de comunicación que hasta la saciedad están cansados de lidiar con los rateros y los consumidores de sustancias alucinógenas que actual de noche y de día en sectores residenciales y del comercio. Luisa Fernanda Tovar y Camila Vega Montoya, son algunas de esas ciudadanas que han sido blancos de las actuaciones de la delincuencia, las han robado en las calles y hasta en las mismas residencias de habitación.
Argumentan que los agentes de policía vienen cumpliendo con su labor de capturar y poner a disposición de las autoridades a las personas que vienen incurriendo en esta clase de delitos, pero que no se ven los resultados de los jueces y los mismos fiscales, que en últimas están haciendo que la delincuencia opere sin ningún control en la ciudad capital.
Y es que a diario son constantes las denuncias de la comunidad, un caso ejemplarizante y que no ha tenido castigo es el caso de alias “Pirry” o Luis Alberto Bello Gómez, quien ya cuenta con nueve noticias criminales por hurto y cohecho, pero que a su vez no tiene ningún registro de antecedentes.
Se le conoce como un ladrón reconocido con el ingreso y hurto a una residencia de donde sustrajo una caja fuerte con la suma de 20 millones de pesos y recientemente también fue hallado por los propietarios de la vivienda robando en el barrio El Bosque.
Con todos estos nueve antecedentes donde está las responsabilidades y las acciones de los fiscales y jueces?, será que tendrá que morir una persona para que verdaderamente se haga justica?, esos son los interrogantes de las autoridades que se trasnochan y desvelan por la seguridad de los araucanos y de la comunidad que con temor y zozobra no logran conciliar el sueño por las acciones de los delincuentes.
La delincuencia en la ciudad de Arauca se ha desbordado, y no ha sido negligencia de las autoridades de la policía, sino de la otra parte de las autoridades, de quienes tienen que impartir justicia. Frente a este caso no hay condenas, ni multas y mucho menos ninguna orden judicial para esta clase de delincuencia rampante que se está apoderando de diferentes sectores de la ciudad, muchos de ellos con complacencia.
