El ejército estadounidense despliega más de 4.500 soldados adicionales en aguas de América Latina. El Pentágono confirmó este fin de semana, el despliegue de los efectivos de infantería marina en aguas de Latinoamérica y el Caribe como parte de un esfuerzo de la administración Trump para abordar las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos provenientes de organizaciones narcoterroristas, cárteles de la droga en la región.
Este es el segundo mayor despliegue de poder militar desde la invasión de Estados Unidos a Panamá, cuando en ese entonces desplegó cerca de 27.000 efectivos, que terminó en el derrocamiento del dictador Manuel Antonio Noriega en la operación llamada “Just Cause”, quien era requerido por las autoridades norteamericana bajo cargos relacionados a nexos con crimen organizado y tráfico de narcóticos.
Este nuevo despliegue, cuenta con el Grupo Anfibio Listo y la Unidad Expedicionaria de Infantería Marina en el Comando Sur de Estados Unidos, el despliegue del USS Iwo Jima, la 22.ª Unidad Expedicionaria Naval (MEU), y los otros dos buques del Grupo de Preparación Anfibia (AGP), el USS Fort Lauderdale y el USS San Antonio, pero no especificó su destino. Varios de estas unidades cuentan con un componente de combate aéreo.
Un submarino de ataque de propulsión nuclear, un avión de reconocimiento P8 Poseidon adicional, varios destructores y un crucero con misiles guiados también serán asignados al Comando Sur de Estados Unidos como parte de la misión.
El presidente Donald Trump ha querido utilizar las fuerzas armadas para perseguir a las bandas de narcotraficantes latinoamericanas que han sido designadas como organizaciones terroristas globales.
Recordemos que el ejército estadounidense desplegó destructores en la zona fronteriza entre Estados Unidos y México en marzo para apoyar la misión de seguridad fronteriza del Comando Norte y reforzar la presencia estadounidense en el hemisferio occidental. Ahora estos recursos adicionales que se están trasladando ahora estarán bajo el mando del Comando Sur para su apoyo en la región.
En entrevista con Caracol Radio, Hugo Achá experto en seguridad explicó algunos componentes de este despliegue, “a diferencia de la operación”Just Cause», esta no es una operación individual, no es un despliegue limitado en el tiempo, sino que hace parte de una política de estado que ha adoptado el presidente de los Estados Unidos y que tiene que ver con la neutralización de amenazas a la seguridad estratégica del país“.
Este despliegue se realiza como parte de una orden ejecutiva firmada a principios de año cuando también la administración Trump le ordenó al Departamento de Justicia y el Departamento de Estado reclasificar grupos criminales de la droga, como organizaciones terroristas internacionales, entre ellas el Cartel de Sinaloa, El cartel Jalisco Nueva Generación, las Maras Salvatrucha, el Tren de Aragua y el Cartel de los Soles, estos dos últimos vinculados directamente con el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
¿La salida de Maduro del poder?
Tres destructores estadounidenses con misiles guiados Aegis llegarán a las costas de Venezuela en las próximas 24 horas como parte de un esfuerzo para abordar las amenazas de los cárteles de la droga latinoamericanos, según reportó Reuters. Los barcos desplegados son el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson.
De acuerdo con Achá este despliegue no solo busca contrarrestar amenazas contra la seguridad nacional de Estados Unidos sino también la salida del régimen de Nicolas Maduro en Venezuela, “no es una posibilidad sino una certeza” el posible derrocamiento del régimen de Maduro.
“Desde el momento en que el Secretario de Estado al propio Nicolás Maduro Moros como una persona que no es el presidente, no tiene el reconocimiento, no es considerado como tal ni tiene protección de hecho y derecho, y por el contrario dice que es el líder de cárteles de la droga, nos remontamos a la parte técnico-legal de la orden y es a la remoción de una organización terrorista de alcance global que usurpando todo el poder sojuzga hoy día al pueblo de Venezuela”, dijo Achá a este medio.
“Para derrocar a un gobierno por lo menos se tiene que tener un grado de reconocimiento sobre la autoridad de hecho o derecho, desde el momento en que el Secretario de Estado se refiere a Maduro no como presidente, es un cambio absoluto desde el punto de vista de concepto”, dijo Achá.
Sobre cómo podría ser la salida de Maduro del poder, Achá explicó que “al hacer este despliegue el presidente de Estados Unidos puede emplear las capacidades militares, sus servicios de inteligencia, sus servicios policiales, pero sobretodo en la diferencia del fin. Antes, cuando solo se hablaba de grupos criminales, el propósito era la acumulacion de evidencia para que el Departamento de Justicia presenta cargos y conduzca a los acusados ante tribunales y cortes federales, ahora cuando se habla de organizaciones terroristas de alcance global… ya se puede hablar de detención, de contención, neutralización o eliminación”, dijo el experto de seguridad a Caracol Radio.
Estados Unidos listo para actuar
Tras confirmarse el despliegue de tropas estadounidenses en aguas de América Latina y el Caribe, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt aseguró que el gobierno Trump está preparado para actuar y detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos.
“El presidente Trump ha sido muy claro y consecuente. Está dispuesto a usar todo el poder estadounidense para detener la entrada de drogas a nuestro país… El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela… Es un líder fugitivo de este cártel, acusado en Estados Unidos de tráfico de drogas”, dijo Leavitt.
Grupos al margen de la ley de Colombia en la mira del ejército de EE.UU.
Ahora bien, de acuerdo con Achá y según la naturaleza de la orden ejecutiva, los grupos terroristas como las el ELN y las disidencias de las FARC, entre otros, también estarían cubiertos y podrían ser objetivo de este nuevo despliegue militar estadounidense.
“No necesito especular al respecto, estas organizaciones están involucradas en actividades de insurgencia y guerra asimétrica y finalmente de que sus actividades han infiltrado y han corrompido a gobiernos en el Hemisferio Occidenta. La respuesta es Sí, definitivamente los grupos terroristas de Colombia están cubiertos dentro de la descripción de la orden ejecutiva y pueden con un grado muy alto de probabilidad potencialmente ser considerados o como parte, o como cómplices o como facilitadores”, dijo el experto en seguridad.
Ahora bien, luego de las recientes declaraciones del presidente Petro y su postura a favor y en defensa del líder venezolano Nicolas Maduro, Achá planteó el interrogante sobre Petro y su gobierno estarían dispuestos a romper los compromisos históricos de Colombia con Washington y alinearse con Caracas, asumiendo una postura hostil frente a Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado y el narcoterrorismo.
“Colombia y su gobierno se enfrentan a un interrogante válido, cuando el presidente Guastavio Petro quien dijo de que en caso de que Estados Unidos desarrollarse operativos militares en territorio de Venezuela para sea la contención, supresión o eliminación de un blaco que considere de interés, Petro dijo que habría instruido a las fuerzas armadas de la república de Colombia a llevar a cabo acciones en defensa de Venezuela, la pregunta del millón es: ¿quiere decir que el presidente de Colombia está dispuesto a utilizar medios militares en contra de Estados Unidos para defender a miembros de una organización considerada por la Unión Americana como terrorista de alcance global?” dijo Achá.
En ese sentido, expresa que Petro y su gobierno estarían dispuestos a abandonar el cumplimiento de los compromisos del Estado colombano con su aliado histórico y colocarse en una posición hostil contra Estados Unidos en la lucha contra el crimen transnacional organizado y el narcoterrorismo.

