En unas elecciones polémicas y cuestionadas internacionalmente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se autoproclamo ganador en su primer intento de reelección. Sin resultados oficiales por parte de las autoridades electorales, el mandatario aseguró “de acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea”.
El presidente buscaba obtener mayoría en el legislativo con el propósito de tener el aval para continuar con el régimen de excepción impuesto en 2022 como su política clave para combatir a las pandillas.
Bukele, de 42 años, compitió con cinco candidatos de partidos opositores, entre estos de históricos Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), prácticamente sin posibilidades de triunfo, según las encuestas que lideraba Bukele con un 90% de aprobación.
Es el primer presidente de El Salvador con la opción de buscar su reelección inmediata y se convierte en el primero en repetir en el cargo a pesar de que la Constitución no lo permite.
El camino a la reelección de Bukele se abrió en 2021, cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que había sido nombrada por el Congreso sin seguir el procedimiento legal, cambió un criterio de interpretación de la Constitución.
Los jueces, señalados por Estados Unidos de ser “leales” al Ejecutivo de Bukele, dijeron que la prohibición de la reelección es para un gobernante que haya estado en el poder por 10 años.
Hasta antes de este cambio, un presidente debía terminar su período de 5 años y esperar 10 para buscar nuevamente la Presidencia.
