La Oficina de Naciones Unidas para la reducción de riesgos y catástrofes publicó su Informe de Evaluación Global (GAR2022) en el que advierte que, si los gobiernos no cambian la percepción y atención del riesgo de desastres naturales, el planeta seguirá cayendo en una «espiral de autodestrucción».
En el documento se resalta que, gracias al cambio climático, los riesgos de catástrofes aumentan aun más rápido y son aun más peligrosos porque no existe una atención adecuada. Los datos de la ONU revelan que durante los últimos 20 años hubo entre 350 y 500 catástrofes anualmente y esto podría alcanzar una constante peligrosa.
La ONU advierte que el número de crisis como temperaturas extremas, inundaciones y sequías aumentarán a 560 por año entre el 2022 y el 2030, lo que implica 1.5 catástrofes de mediana y alta intensidad al día en el planeta, poniendo en mucho más riesgo a millones de personas vulnerables.
“El mundo debe hacer más para integrar el riesgo de catástrofe en nuestra manera de vivir, construir e invertir. Debemos transformar nuestra complacencia colectiva en acción. Juntos, podemos reducir el ritmo de los desastres que pueden evitarse”, señaló la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina Mohammed.
Entre los cambios sugeridos se llama a cambiar la percepción de los riesgos dado que regularmente se subestiman por cuenta de sentimientos de “optimismo” e “invencibilidad” que arrastran aún más al mundo a la espiral de autodestrucción que gradualmente le cuesta más a la población y a los gobiernos.