Luego de 15 días de debatirse entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Vicente de Paúl, se produjo el deceso de un anciano quien fue agredido por un grupo de indígenas en los alrededores de la plaza de mercado del centro del municipio de Arauca.
Este episodio doloroso que sufrió el ciudadano, Luis Antonio Tabares, de 71 años de edad y habitante de la calle, lo emprendieron los aborígenes la última semana del mes de febrero cuando el anciano recibió serias quemaduras en su cuerpo, luego de lanzarle gasolina y prenderle fuego.
El anciano, pese a su avanzada edad, se dedicaba a la venta de alimentos perecederos en los alrededores de la plaza de mercado para devengar su sustento diario y sobrevivía igualmente de la generosidad de la gente.
Aunque era un hombre que no causaba inconvenientes con los miembros y trabajadores de la plaza de mercado, el anciano gozaba del respeto de sus compañeros de trabajo, pero la desconfianza y el odio del grupo de indígenas que emprendieron esta acción criminal que terminó causándole la muerte por la gravedad de las quemaduras recibidas en su cuerpo.
Este suceso fue el complemento de la otra acción que cometieron dos indígenas de la comunidad Caño Mico, en el centro poblado de Puerto Jordán, que impactaron con una flecha al ciudadano Felipe Villamizar Rangel, de 46 años, causándole la muerte por oponerse al robo de la bicicleta.
Ante estas situaciones, y al conocerse la muerte de este anciano, quienes conocieron al ciudadano Luis Antonio Tabares, conocido como “Taparitas, o Cachucha”, pidieron acciones ejemplarizantes contra los indígenas que han perdido su rumbo, y que a diario merodean en los alrededores de la plaza de mercado inmersos en la indigencia, el alcoholismo, drogadicción y prostitución.