En una caravana que partió del Palacio de los Deportes, un aproximado de 70 chivas de la minga indígena se movilizó hacia la Plaza de Bolívar para manifestar su apoyo al Paro Nacional del 21 de octubre. Así se dio inicio a la masiva jornada de movilización que se sintió a lo largo del territorio colombiano. Del campamento instalado por los indígenas en el recinto deportivo no quedó ni un solo rastro, pues desde muy temprano los mingueros dispusieron labores de limpieza y organización del espacio.
El recorrido comprendió la calle 63, la carrera 30 y la calle 26. Con banderas, arengas y cantos, miembros de la minga indígena saludaron a los bogotanos que se paraban a saludarlos y a apoyar su causa.
Ya una parte de la minga que llegó a Bogotá el pasado domingo se había devuelto horas antes a sus territorios. Representantes de la Guardia Indígena provenientes de varios departamentos del país contemplaron con entusiasmo las vías de la capital colombiana y resaltaron en varias ocasiones la hospitalidad de los bogotanos.
Al llegar a la Plaza de Bolívar, al grito de “Guardia, guardia. Fuerza, fuerza”, frase emblemática de su himno, la Guardia Indígena dio una muestra de sus costumbres por medio de danzas tradicionales y discursos. Ni siquiera Bruce, la mascota canina que en varias ocasiones ha acompañado a la minga en sus viajes, pasó desapercibido.
Las marchas de este miércoles tuvieron como objetivo pedirle al Gobierno Nacional la negociación y atención del pliego de emergencia que incluye seis grandes puntos.
El primero de ellos es la salud y las garantías de atención en medio de la pandemia, así como la formalización de trabajadores del sector salud. En segundo lugar, el Comité Nacional del Paro exigió la estipulación de una renta básica: un salario mínimo por seis meses para apoyar a la población en condición de vulnerabilidad. Además, solicitaron la moratoria de créditos hipotecarios y del pago de los servicios públicos al menos por cuatro meses.
Como tercera petición, el Comité de Paro solicitó la defensa de la producción nacional y garantizar un empleo en condiciones favorables para la clase trabajadora del país. Entre sus exigencias también se incluyó el subsidio total a las mipymes para el pago de las nóminas y las primas de servicios.
El cuarto punto se refirió a la educación. Los convocantes de esta jornada pidieron que se garantice la matrícula cero en las universidades públicas, alivios para garantizar la continuidad en las instituciones de carácter privado y el no retorno a clases presenciales hasta que existan las garantías necesarias.
La quinta petición del Comité fue solicitar acciones para la defensa de los derechos de las mujeres y de las diversidades sexuales. Además, pidieron fortalecer las acciones en contra de la violencia de género y reconocer las comunidades indígenas, afro, raizales y palenqueras.
Por último, solicitaron que se deroguen los decretos de emergencia, como el decreto 1174 del denominado piso de protección social que, afirman, afectan los derechos de los trabajadores del país.
El paro convocado para este miércoles también fue en defensa de la vida, la paz y la democracia. Además, fue un rechazo al asesinato de los líderes sociales y un llamado al gobierno a respetar el estado social de derecho, a reconocer a las organizaciones sociales y a respetar los fallos del sector judicial.
La jornada de manifestación fue blanco de críticas por parte de algunos políticos y sectores económicos. Un día antes del paro, el Consejo Gremial Nacional le pidió a los manifestantes que no se obstaculizara el proceso de reactivación y que se respetara el derecho de los ciudadanos a la movilidad y al trabajo.