Tras el anuncio del Departamento de Estado de retirar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas internacionales, una serie de congresistas republicanos se han pronunciado en contra de esta decisión de la Casa Blanca. El senador Marco Rubio aseguró que esta medida «corre el riesgo de incentivar a los narcoterroristas y los regímenes que los patrocinan en toda nuestra región». Y solicitó al congreso de los Estados Unidos «convocar audiencias sobre esta decisión para examinar lo que significa para la estabilidad del hemisferio, así como los intereses de seguridad de EE.UU. y de Colombia».
Agregó que «Colombia ha soportado décadas de dolor y sufrimiento a manos de los atroces ataques terroristas encabezados por las FARC», dijo Rubio en un comunicado. Rubio es el miembro de más alto rango del Subcomité sobre Hemisferio Occidental, Crimen Transnacional, Seguridad Civil, Democracia, DDHH y Asuntos Globales de la Mujer del congreso.
Asimismo, el senador republicano Jim Risch, miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta , aseguró que esta decisión socava los intereses de seguridad de Estados Unidos y la estabilidad en Colombia, y calificó la medida como «un regalo para el régimen criminal de Nicolás Maduro en Venezuela». Exigió a la administración Biden revertir la medida, que podría hacerse efectiva antes del 30 de noviembre.
Por su parte la representante republicana, Maria Elvira Salazar, afirmó que «esto es una bofetada a los colombianos por parte de la administración del presidente Biden. Como es posible que el Departamento de Estada haya decidido sacar a las FARC, que lleva más de 60 años destruyendo, matando, secuestrando, violando, siendo narcotraficantes, terroristas… esto es darle una medalla de honor a estos bandidos».
Agregó que la decisión «lo único que hace es complicar la situación dentro de Colombia y hacer que Gustavo Petro, que es Marxista, socialista, también ladrón, terrorista, gane la presidencia de Colombia», dijo Salazar.