Ecopetrol intensificó controles en ríos tras atentado al oleoducto Caño Limón Coveñas. En emergencia ambiental se encuentran cerca de 25.000 habitantes de Tibú, Norte de Santander tras el derrame de crudo en los principales afluentes de ese municipio luego del doble atentado al oleoducto Caño Limón Coveñas, ocurridos en las veredas Guachimán y El Seis.
El servicio de agua fue suspendido por la empresa de acueducto de Tibú, cerca de la frontera con Venezuela. La alcaldía local activó un «plan de contingencia» para capotear el desabastecimiento y Ecopetrol puso a disposición nueve carrotanques para el suministro de agua potable a los habitantes de este municipio.
Mientras tanto, Ecopetrol intensificó sus labores para frenar la mancha de crudo, que podría llegar al vecino país, con más de 120 personas, cinco puntos de control alternativos y uno permanente.
“Los seis puntos de control se encuentran distribuidos en Caño Cinco y los ríos Tibucito y Tibú, con 76 líneas de barreras que buscan contener la mancha de hidrocarburo”, señaló la estatal petrolera en un comunicado.
También reinstaló los puntos de control alternativos Tibucito y Samanes con un total de 24 barreras, luego de que las fuertes lluvias de la noche anterior destruyeran los elementos de contención.
El equipo de trabajo de Ecopetrol avanza en la planeación de las labores de limpieza, las cuales se harán en forma paralela a las actividades de contención y recuperación del producto en los puntos de control.