El presidente Gustavo Petro designó al general (r) William Oswaldo Rincón Zambrano como nuevo director general de la Policía Nacional, en reemplazo del general Carlos Fernando Triana, quien deja el cargo tras ocho meses de gestión.
Con más de 30 años de servicio en la institución, el general Rincón es reconocido por su amplia trayectoria y formación académica.
Es abogado de la Universidad Libre, con especializaciones en Seguridad de la Escuela de Estudios Superiores de Policía y en Derecho Penal y Procesal Penal de la Universidad Externado de Colombia.
Durante su carrera ha ocupado cargos estratégicos dentro de la Policía, entre ellos director de Carabineros, comandante del Departamento de Policía de Sucre, director de la Escuela de Suboficiales, jefe regional de Inteligencia, coordinador del Grupo Élite de la DIJIN y agregado policial ante la OEA y la Embajada de Colombia en Honduras.
Prueba de su experiencia está en su hoja de vida, que incluye más de 40 condecoraciones por su labor en defensa de la seguridad y el orden público.
En marzo de 2024, Rincón fue nombrado Inspector General de la Policía Nacional, cargo desde el cual impulsó controles internos, investigaciones disciplinarias y estrategias para fortalecer la transparencia institucional.
Salió de la institución en febrero de 2025, por línea de mando, tras la llegada del general Triana a la Dirección General.
Su regreso a la cúpula policial se da pocos meses después de un episodio personal doloroso: el asesinato de su hijo, Juan Felipe Rincón, caso que aún sigue bajo investigación.
En mayo de este año, el general habló públicamente sobre el tema en los micrófonos de Caracol Radio, pidiendo justicia y destacando la necesidad de que el país refuerce la lucha contra el crimen urbano y la impunidad.
Retos como nuevo director de la Policía Nacional
El general Rincón asume el mando en un contexto complejo para la seguridad nacional. Entre sus principales desafíos están:
• Recuperar la confianza ciudadana en la Policia, fortaleciendo la transparencia, la ética y algunos mecanismos de control interno.
• Combatir el crimen organizado y las economías ilícitas que financian grupos armados, especialmente en regiones críticas como Arauca, Norte de Santander y el sur del país.
• Modernizar la Policía mediante el uso de tecnología e inteligencia artificial y la investigación criminal.
• Fortalecer la convivencia y la seguridad ciudadana en las principales ciudades, donde el aumento de la extorsión, el hurto y el homicidio preocupa a las autoridades locales.