A pesar de que hasta este domingo primero de junio el ministro del Interior, Armando Benedetti, se refería a la reforma laboral como “nuestra reforma”, el presidente Gustavo Petro en un trino publicado este lunes 2 ha tomado distancia de la propuesta que ‘resucitó’ gracias a que el Senado apeló su hundimiento en la Comisión Séptima.
Una vez vuelve a la vida este proyecto, el presidente del Congreso Efraín Cepeda decide enviarlo a la Comisión Cuarta, para que tuviera allí su tercer debate. De hecho, fue en medio de esta discusión que se incluyó el artículo que ha generado malestar en el presidente: la posibilidad de la contratación por horas.
“Lo que tramita el Senado no es mi Reforma Laboral. Contiene partes, pero le agregaron un artículo que la derrriba toda: la contratación por horas”, afirmó el mandatario a través de su cuenta de X.
Petro fue enfático en que abrir la puerta a este método de contratación “hace inocuo el salario mínimo, la jornada diaria de 8 horas, las horas extras y, sobre todo, la estabilidad laboral”. Es por esta razón que el mandatario no acepta su inclusión.
Ya la bancada del Pacto Histórico había anunciado que tampoco compartían algunos apartados del texto aprobado por la Comisión Cuarta del Senado por considerarlos regresivos. La representante María Fernanda Carrascal ha dicho que “es una contrarreforma laboral regresiva y abusiva con los trabajadores: trabajo por horas, con limitaciones al debido proceso cuando un trabajo es despedido, con contrato sindical para seguir tercerizando abusivamente trabajadores de la salud, sin contrato de aprendizaje con carácter laboral, sin aumento de licencia de paternidad, con límites a las citas por menstruaciones incapacitantes”.
La interrogante ahora se centra en cuál será el rol que tome el Gobierno y su bancada en el último debate de esta reforma, previsto para la segunda semana de junio en la plenaria del Senado. Si buscan revertir estos puntos, si no acompañan del todo la iniciativa o si terminan cediendo para buscar consensos.