Los Miembros de la Junta Directiva del Hospital San Vicente de Arauca, son igualmente responsables por los errores administrativos, detrimento patrimonial y presuntos delitos cometidos por las administraciones del Centro asistencial.
La ley 222 de 1995, “da a los miembros de la Junta Directiva, al igual que al gerente, la calidad de “administradores” y les impone desde el punto de vista legal unos deberes cuyo incumplimiento los puede afectar severamente”. En este mismo sentido se podría decir que: “Si bien el Gerente es quien tiene la capacidad de comprometer a la empresa con el cumplimiento de obligaciones y responde ante la Ley por los perjuicios o efectos que ocasionen sus decisiones, igual responsabilidad cabe a los miembros de junta Directiva por las decisiones que tomen, o no tomen debiendo tomarlas”.
Como lo hemos venido señalando en el San Vicente no hay ley que valga. Los 7 miembros de la junta directiva, guardan silencio absoluto frente a la grave situación que el mismo Director del Hospital Johan Ballén Giraldo y el Gobernador Ricardo Alvarado denunciaron hace pocos días. Nada han dicho quienes con su firma respaldaron decisiones que a todas luces son perjudiciales para la administración, como la polémica concesión del suministro de gases medicinales por 20 años y cuyo valor según el contrato es indeterminado.
Según especialistas en gerencia y administración, “la responsabilidad del miembro de junta directiva y la influencia de sus decisiones sobre el desarrollo presente y futuro de la empresa, es pues muy grande, mucho más de lo que generalmente los miembros reconocen”. Por esto no se entiende como no se ha renovado, cuando también son responsables por no ponerle punto final en su momento a la interinidad en la Dirección, y acataban sin discusión los caprichos del Presidente de la junta anterior, quien es el mayor responsable del desastre de la salud el departamento de Arauca.
La complicidad es monumental e inocultable, ya que son ellos quienes tienen la información financiera y administrativa. Es la junta quien en últimas aprueba o desaprueba lo que se va a contratar en el San Vicente y deben informar a quienes representan, en este caso, a los usuarios, a los gremios productores y a la comunidad en general, ya que el San Vicente es de todos.
La sociedad entera reclama establecer responsabilidades. Se debe renovar la Junta Directiva del San Vicente, la cual cuenta con miembros que pertenecen a esta por más de una década y quienes al perecer representan más a los intereses del Gobernador, quien es el Presidente de la Junta, que a quienes los llevaron a esa dignidad y responsabilidad. La Junta Directiva del Hospital San Vicente también debería responder ante los entes de control y de ser necesario a la justicia por los desaciertos administrativos, el presunto detrimento patrimonial y por haber permitido que de manera aberrante sin que se conozca algún pronunciamiento o constancia muy clara de su desacuerdo, sobe la manera descarada como se han robado los dineros de la salud en Arauca.