Con representaciones a lo vivo, vistiendo altares, se conmemoró el Viernes Santo con el rezo del Viacrucis, el camino de la cruz, donde a través de quince estaciones se rememoraron los pasos de Jesús camino a su muerte.
Sacerdotes católicos, en sus diferentes parroquias y capellanías, siguiendo una antiquísima tradición, en este día no celebró la Eucaristía, y por el contrario se veneró la Santa Cruz.
En los oficios del día se conmemoró de una manera sobria y solemne la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, se leyó por completo la Pasión de Jesús en el calvario según San Juan, en cuya lectura participaron varios feligreses.
La iglesia en particular, en sus peticiones hechas hoy de manera pidió por la Iglesia, el Papa, los clérigos, fieles, gobernantes e incluso por los no católicos y los ateos.
Una vez cumplida la lectura de las siete palabras pronunciadas por Jesús en el madero, tuvo lugar la veneración de la Santa Cruz, en la cual se descubrió la Cruz para la veneración de todos.