En lugar de cuidar y apoyar la obra del Centro Parroquial El Buen Samaritano, ubicado entre los barrios de invasión San Vicente de Paúl y Bello Horizonte, sus habitantes y los delincuentes, atentan contra éste bien de la iglesia católica en Arauca.
Desde hace varios meses, las cerchas de hierro y láminas de zinc de la improvisada estructura han sido robadas, y las que no pudieron llevarse, fueron deterioradas; así lo denunció a Noticias Caracol de La Voz del Cinaruco, el Padre Carlos Alberto Hurtado Zocadagüí, quien fue encargado de este sector religioso por el Obispo de Arauca.
Ha sido una lucha continua, la que ha tenido que librar el sacerdote Hurtado Zocadagüí con algunos vecinos del sector, que se quieren apropiar de los terrenos; de hecho ya parte de éstos han sido ocupados por vecinos, que además están depositando en el terreno las aguas residuales y toda clase de desechos.
El frente del Centro Parroquial ha sido convertido en el basurero de estos dos barrios: San Vicente de Paúl y Bello Horizonte. De nada han valido las solicitudes del Sacerdote para evitar que se depositen allí los residuos sólidos, que salen de los hogares, pues los habitantes prestan oídos sordos y la problemática es continua.
Por otra parte, algunos jóvenes y niños hacen presencia en horas de la tarde en el terreno de fútbol que adecuó el Clérigo, pero mientras se reúne todo el equipo, algunos desadaptados toman como hobbie tirar piedras al techo y a toda la infraestructura del templo. De tal situación fue testigo directo el Padre Hurtado Zocadagüi, el día de ayer en horas de la tarde, ya que se encontraba en el lugar, e inmediatamente salió del templo y les hizo un fuerte llamado de atención a quienes incurrieron en este acto de mala educación, blandiendo una rama en mano; los involcurados en el acto vandálico salieron corriendo. De inmediato llegaron al lugar, algunos padres de familia para insultar y agredir verbalmente al representante de la iglesia católica, por haberle hecho la observación y el llamado de atención a los menores.
Sobre las 6:00 de la tarde, el señor Oscar Augusto Díaz López, quien es el padre de uno de los menores que saliera corriendo y que por dicha acción cayó en una zanja de aguas residuales (creada por la comunidad del sector y que vierte las aguas al terreno), llegó a las instalaciones del Hogar de Paso San Vicente de Paúl, del barrio Meridiano 70, para sentenciar al Sacerdote, golpear una de las motos que estaba parqueada allí y amenazar al Reverendo para cuando hiciera presencia en el barrio de invasión o en el templo.
Esto es apenas algunas de las situaciones presentadas en el lugar, donde la delincuencia ha tomado posesión para el consumo de sustancias psicoactivas y donde se han robado varios elementos de la estructura.