La protesta en contra del impuesto de internación que programo para el día anterior el líder juvenil, Juan Qüenza, no dio los resultados esperados, teniendo en cuenta que salieron menos de 50 motocicletas y el sonado cacerolazo que si le salió el pasado mes de noviembre del 2015,ayer no se repitió.
Los pocos manifestantes que se ubicaron en la calle frente a la Alcaldía aburridos por la indiferencia de los demás inconformista que no se sumaron a la protesta, esperaron que el vocero de su causa juan Quenza, se reuniera con el secretario de gobierno municipal Carlos Eduardo Pinilla, una vez más abierto al dialogo.
Los pocos manifestantes dejaron un mensaje al mandatario local manifestando que se aceleró en llevar a cabo el nuevo decreto ya que el año hasta hora está comenzando y el dinero aún no se ve desde la parte laboral para cumplir con el pago de la internación.
Pero mientras esta situación se presentaba en la plazoleta de la Alcaldía en la estación de Policía un grupo de personas esperaba el revisado de las improntas por parte de la SIJIN, bastante molestos por la espera aunque consientes que deben pagar el polémico impuesto.
Ellos también hicieron un llamado al alcalde Benjamín Socadagüí para que cuanto antes haya más personal que ayude agilizar este revisado sin tanto traumatismo.
Así las cosas, lo único claro que sigue a la fecha es que el tan odiado impuesto de internación y el nuevo decreto son una realidad que aún sigue preocupando el bolsillo de los propietarios de vehículos venezolanos que viven en este municipio fronterizo.
Por ahora se avanza en el dialogo entre las partes que están en contra del pago del impuesto de internación con el secretario de gobierno municipal Carlos Eduardo Pinilla, para buscar una solución sin desconocer las normas establecidas.