Durante muchos años en Arauca la Fundación Mastranto dio la pelea para lograr su objetivo y su misión institucional, que es la de rehabilitar a jóvenes y personas inmersas en el problema de la drogadicción y el consumo de alcohol. No se logró porque le cerraron las puertas, tanto en la parte institucional como en la misma salud.
Las esperanzas nunca se perdieron y se trasladó hacia el municipio de Tame, donde tocó puertas y esas puertas se abrieron a nivel administrativo y del comercio, quienes vieron la buena intención que se tenía para ayudar a aquellas personas azotadas por el flagelo del consumo de alucinógenos y alcohol.
Hoy en día Dúmar Garcés, junto a su familia, vienen trabajando a pulso en un inmueble que alquilaron en el barrio Brisas de Satena, quien contó al periodismo de Noticias Caracol de La Voz del Cinaruco, que ha tenido logros significativos para la atención de indígenas en condición de calle e inmersos en el consumo de alucinógenos.
En la actualidad son 14 indígenas que completan siete meses de estar internados en la Fundación Mastranto, donde han adquirido hábitos de vida saludables, totalmente diferentes a los que tenían como habitantes de calle, quienes poco a poco han venido superando el problema de las drogas.
A la fecha, se han atendido a 15 pacientes indígenas del Pueblo Sikuani de Matecandela y de Corocito, quienes están amparados en un acto de Corte Constitucional, donde se condenó al departamento y a las EPS a brindar la atención a estos pacientes, proceso que inició ambulatoriamente en Arauca, logrando posteriormente que se internaran de manera voluntaria, con el deseo de cambio para salir de este mundo de los alucinógenos.
Dúmar Garcés, agradeció a las personas y a la institucionalidad, el apoyo que le han brindado a la Fundación y por haber logrado muchos objetivos, donde se han vinculado con un sin número de actividades a la comunidad en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas.
Para este miércoles, la Fundación Mastranto entregará a las autoridades en Arauca unos jóvenes, que ya han sido dados de alta, de acuerdo al dictamen de psiquiatría, quienes desde esta semana tendrán de nuevo su inclusión social, la que garantizarán las entidades Eps Salud Vida y la Unidad Administrativa Especial de Salud, quienes ha brindado el apoyo a estas personas que estaban en condición de calle.
El joven indígena Alejandro, agradeció el apoyo brindado por la Fundación Mastranto, quien con voz poderosa y de cambio narró su experiencia de calle; lo que aprendió en la entidad que lo rehabilitó para cambiar su vida, contando también los sueños y anhelos que tiene de estar con su familia, pescar y continuar estudiando.
Paola, otra joven indígena, también contó su experiencia de vida de calle, la que no le gustaría repetir como tampoco desea volver a caer en las drogas.
Todos tienen sueños, los que esperamos no sean truncados. Se necesita de personas generosas para continuar apoyando esta buena labor que es de paciencia y esmero, con los que se hacen realidad estos procesos de cambio para quienes desean acabar con la barrera que representa este mundo de las drogas.

