Satena le anticipó el flagelo de Semana Santa a los pasajeros de su empresa que el miércoles 8 de abril se disponían a viajar a la ciudad de Bucaramanga, pero también a los viajeros que desde Bucaramanga esperaban viajar a la capital araucana.
Los citados al aeropuerto Santiago Pérez Quiroz tenían que presentarse en las oficinas de Satena a las once de la mañana; muchos, por asegurar el cupo, lo hicieron más temprano, pero cada hora que iba transcurriendo les iban diciendo que había una pequeña demora, argumentando diversas causas.
Después de ocho horas de tanto latigazo que daba la sensación de una crucifixión segura, cuando ya había entrado la noche, por fin los despacharon, los pasajeros salieron no sin antes haber pagado anticipadamente la penitencia.
Los pasajeros de Bucaramanga no corrieron mejor suerte, puesto que ellos tenían que estar en "Palonegro" a las nueve de la mañana del pasado miércoles y tuvieron que esperar hasta después de las ocho de la noche, o sea, once horas de penitencia.
"Está bien que haya demoras, pero que sean honestos con nosotros y nos digan la verdad para no perder el tiempo en el aeropuerto", dijo uno de los afectados, quien señaló que "a lo mejor Satena tenía vuelos extras a otros destinos y tapó la verdad".
Pero el acabóse fue cuando la tripulación prácticamente tuvo que bajar a la fuerza a unos ocho pasajeros que venían de Bogotá con destino a Saravena, para poder "cumplirle" a los pasajeros de Bucaramanga.
Algunos viajeros que por razones de negocios tienen que venir mensualmente a Arauca, dijeron a Noticias Caracol que no es la primera vez que Satena se luce con ellos.
"El monopolio existente en Arauca permite que esta empresa haga lo que quiera con la gente, sin que haya quién sancione o por lo menos quién les llame la atención", sostuvo otro de los afectados.
