Los habitantes del sector de la vereda Monserrate de Arauca sentaron su voz de protesta por las serias inconsistencias presentadas en un contrato con una millonaria inversión que a solo tres meses de su terminación esta deteriorada. Se trata del Contrato No.686 del 2017, que tiene como contratista a GEYMAS, representado por Claudia Paola Pineda Torres, residenciada en Tame, a quien le fue entregado este millonario contrato que está por el orden de los 757 millones de pesos.
La interventoría de este contrato es el Consorcio Interb, representado por Sendrín Antonín García Lizcano y cuenta con la supervisión del ingeniero Edwar Enrique Portillo Rueda, de la Unidad de Gestión del Riesgo de Destres de la Gobernación de Arauca.
El jugo y millonario contrato fue destinado para el mejoramiento del corredor vial del dique vía en el sector conocido como “La Curva de Begambre”, de la vereda Matecandela para el arreglo de tan solo 300 metros lineales de vía.
Allí existió un socavamiento del río Arauca que amenazaba con acabar este tramo vial. La comunidad y la parte supervisora indican que el material utilizado no fue el más adecuado, cuyos trabajos finalizaron entre marzo y abril. A la fecha y por las lluvias presentadas el trayecto vial está completa destrozado y convertido en un lodazal.
La comunidad y el veedor de la junta del proyecto, Elías Jabba Vásquez, ingeniero civil especialista en gerencia de proyectos y patología de la construcción, como habitante de la vereda Barrancones hizo esta importante denuncia de las inconsistencias presentadas en el contrato que con los meses de lluvia dio a conocer las irregularidades.
Ante las inconsistencias presentadas los habitantes y los veedores del contrato le han pedido a la gobernación de Arauca las garantías de estabilidad de la obra y no liquidar dicho contrato hasta tanto el contratista cumpla con la rehabilitación y el mejoramiento de este tramo vial donde se invirtió este millonario recurso económico.