Hay muchas dudas. Se desconoce en qué y dónde gastaron 22 mil horas máquina de 28 mil que contrató la UNGRD en Arauca, Aseguró la Representante a la Cámara Lina María Garrido. La congresista mediante derecho de petición solicitó a esa entidad información sobre los contratos y las intervenciones en el departamento de Arauca. Los hallazgos son sorprendentes.
Nos preocupa que el 80% del contrato ya se ejecutó al menos en teoría y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD, no ha certificado que estos trabajos hayan sido coordinados con las oficinas locales o departamentales. Más grave aún, no se sabe dónde se intervino, ni quiénes fueron los contratistas, se desconoce de la existencia de actas o compromisos adquiridos por parte de la entidad, así como tampoco se dio una respuesta a cuáles fueron los méritos para que se entregaran esos millonarios contratos a determinadas empresas o personas.
En cuanto a las ollas comunitarias se destinaron por parte de la UNGRD 17.190 millones de pesos, para realizar 80 ollas comunitarias, donde se atendería en cada una a 100 personas, por 90 días. Lo que indica, que en total serían 720 mil almuerzos, es decir, cada uno se pagó a $ 23.875.
Hay que recordar que este tema se presentó como una “Alianza público popular que llevaría ollas comunitarias a cinco municipios de Arauca”, donde Olmedo López Martínez, entonces director general de la UNGRD, firmó el acuerdo con el Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente Colombiano.
Sin embargo, denunció la Representante a la Cámara, Lina María Garrido, que estas vienen siendo operadas por 5 entidades que son: ASOJUNTAS Arauca, la Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro, la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, la Asociación por el Desarrollo Social y de las Familias de Tame, la Asociación Juvenil Estudiantil Regional – ASOJER y la empresa asociativa de trabajo en la rama de la salud.
Según la denuncia de la congresista araucana, a estas entidades ya se les giró el 40 % de los recursos, sin que se tenga una supervisión, ni el más mínimo control y conclusiones, “nadie aparte de los aliados estratégicos puede supervisar o conocer sobre el manejo de esos importantes recursos que debían atender a los damnificados de la ola invernal del año 2023.