Las instituciones que conforman la Fuerza Pública y la regional del Das recibieron un espaldarazo ayer en la jornada de trabajo de la Asamblea Departamental donde por lapso superior a las siete horas se abordó el tema de la seguridad en Saravena y de paso, en el resto del Departamento.
La información suministrada por los comandantes del Departamento de Policía, Luis Alberto Ortiz y de la XVIII Brigada, Rafael Alberto Neira, así como del director regional del Das, Marcel Suárez satisficieron las inquietudes no solamente del diputado convocante sino de los restantes ocho corporados.
A la jornada de ayer no asistieron los diputados Pedro Orjuela y William Cárdenas.
Los invitados ilustraron a los miembros de la Corporación acerca de los resultados operacionales conseguidos contra las agrupaciones armadas ilegales, detallando las bajas y capturas, así como la oferta de garantías de seguridad en carreteras y en las cabeceras municipales donde los violentos han pretendido intimidar a la ciudadanía.
El general Neira no omitió detalle histórico de la violencia en Arauca, de los actores armados, políticos, del sufrimiento de la sociedad civil en más de dos décadas de conflicto y de todo lo que ha tenido que pasar la institución militar para llegar a la situación de hoy, que es menos peyorativa que en la década de los noventa.
Los diputados también aceptaron la prolongada exposición del gobernador Arbeláez, quien reiteró su posición de defensor de la vida y de estar cumpliendo su misión de trabajar por Arauca.
Aclarando que sin incurrir en un lenguaje belicoso precisó que a los grupos terroristas hay que procurar acabarlos, aunque les reiteró la invitación de desmovilización, anotando que ellos no están construyendo país, sino destruyendo país.
Arbeláez previno acerca de la neutralidad y dijo que en la comunidad esta debe traducirse en un apoyo a las instituciones de Policía, Ejército y Das, acotando que dentro de los derechos ciudadanos está el de permanecer con quienes trabajan por ellos.
Frente a Saravena, el mandatario dijo que ojalá debates de esta naturaleza "los pudiéramos realizar en ese Municipio, porque allí es el epicentro de la guerra política", sin olvidar la suerte de la familia Pérez Valencia y de la muerte de los dos patrulleros de la Policía reclamando para ellos la manifestación de los Derechos Humanos.
