En la diligencia de hoy (martes 6 de mayo), el expresidente Álvaro Uribe volvió a cuestionar la acusación de la Fiscalía en su contra y señaló al fiscal que lo acusó de dejarse influenciar por su amistad con Montealegre, sugiriendo motivaciones políticas detrás del proceso en su contra.
“Si el señor fiscal que me acusó hubiera sido cuidadoso y no se hubiera dejado llevar por el diablillo de la política de su amistad con el doctor Montialegre, cosa muy grave, habría revisado lo de la acción de revisión” advierte.
El exmandatario volvió a defender su inocencia frente a los delitos de fraude procesal y soborno en la actuación penal por los que fue acusado.
Se refirió a las interceptaciones que ordenó en 2018 la Corte Suprema, advirtiendo que en las grabaciones de sus conversaciones con el abogado Diego Cadena, “nunca” se le escucha cometer ningún delito, ni pedir nada diferente a la verdad.
“El señor fiscal debió detenerse a examinar que en 20 mil interceptaciones, en un periodo corto, (del 7 de marzo al 9 de abril de 2019), no hay una sola vez que yo no diga que digan la verdad ni hay una sola vez que yo diga mientan o callen”, dijo.
Aseguró también que de los testigos que declararon ante la Corte y la Fiscalía, “ninguno dice, Álvaro Uribe nos mandó decir que mintiéramos o que calláramos”.
Y añadió: “Entonces el señor fiscal pudo revisar todo eso. Sin embargo me acusó y yo quedo perplejo cuando sé que fue nombrado por el doctor Montealegre y promovido por él. Y llega a mi alma toda esa animosidad del doctor Montealegre contra mi familia y contra mi persona”.
