La irresponsabilidad de la empresa EMAAR es tan evidente que además de manejar los recursos en cuentas particulares, por el embargo que pesa sobre sus cuentas corporativas, ahora se niega a pagar a sus proveedores.
Es el caso de la morosidad que presenta en los cánones de arriendo de los inmuebles donde están sus oficinas, en la avenida Juan Isidro Daboín y el parqueadero que está además habilitado como centro de capacitación a sus trabajadores.
Los dos contratos de arrendamiento son incumplidos por la empresa que maneja el aseo de la capital, aseveró Zoila Vélez, la propietaria. «Ya son siete meses de retraso y comenzamos el octavo, sin contar los intereses moratorios y la cláusula de incumplimiento la deuda está llegando a los $25 millones».
De manera irresponsable el gerente Carlos Mario Restrepo, representante legal de EMAAR, solicitó un día de plazo el pasado 1 de octubre para finiquitar un plan de pago, pero a la fecha no aparece con alguna propuesta; ni asiste a su oficina ni responde los teléfonos, pretextando siempre que se encuentra en junta.
El viernes pasado, al cierre de la jornada laboral, transfirió la irrisoria suma de $5 millones para amortiguar la deuda, monto que ni siquiera equivale a los intereses y pago de las cláusulas; por lo que la propietaria de los inmuebles decidió solicitar su restitución, acción jurídica que se radicará hoy.
Otros proveedores ya alertados también anunciaron acciones judiciales, en el entendido que la empresa de recolección de basuras no quiere pagar, como demuestra con su actitud el gerente Restrepo Castro, quien retornó hace unos meses a ese cargo para reemplazar a Isaac Sánchez y con la promesa de salvar de la quiebra, empero, Emaar se hace cada día más inviable.