Crítica es la situación del Hospital San Vicente de Arauca, bebido a la caótica situación administrativa, las palpables irregularidades en contratación y la difícil situación financiera.
Para nadie es un secreto que el San Vicente se convirtió en un fortín político y que su dirección y cargos directivos son un trampolín para aspirar a cargos de elección popular. Prueba de ello, es que dos de sus directores fueron alcaldes de Arauca, uno fue Representante a la Cámara, y como si fuera poco, el actual Gobernador y Alcalde de Arauca ocuparon los cargos de Director y Asesor Jurídico respectivamente.
Con un presupuesto de más de cincuenta mil millones de pesos para este año, la puja por la dirección se llevó a los estrados judiciales, luego que Johan Javier Giraldo Ballén, ganara el concurso de méritos para ocupar dicho cargo y el gobierno departamental interpusiera varios recursos para impedir que el mencionado profesional asumiera en propiedad la Dirección del principal centro asistencial del Departamento.
En esta batalla jurídica, en el que el ganador del concurso de méritos ha interpuesto cuatro acciones de tutela para posesionarse en el cargo y ha salido el mismo número de veces por las acciones del Gobierno departamental, los únicos perdedores son los usuarios quienes tiene que padecer las lamentables condiciones, la escasez de medicamentos, el evidente deterioro de la infraestructura y el mal servicio en el único hospital del Municipio Capital.
Nos equivocamos quienes pensamos que en el Gobierno de Facundo Castillo Cisneros tendríamos un mejor servicio de salud y un hospital a la altura de una ciudad como Arauca, ya que el Gobernador tuvo el privilegio de ocupar la Dirección del Hospital San Vicente de Arauca por seis años, y hoy al estar en la recta final de su mandato, vemos un franco retroceso en esta Empresa del Estado. En esta crisis, brilló por su silencio cómplice la Junta Directiva del Hospital, los sindicatos y los honorables diputados, que valiendo de artimañas han evadido el debate sobre este tema.
Mientras la salud en general sea utilizada como mecanismo para llegar a los cargos de elección popular, estaremos condenados a la inasistencia médica y malas condiciones del sector salud.
El Hospital San Vicente de Arauca merece el apoyo de todos, se debe iniciar rápidamente un proceso de reanimación, el acatamiento respetuoso de los fallos judiciales, la posesión inmediata del Director, la renuncia de la Junta directiva, un compromiso de cero corrupción, la garantía por parte del gobierno departamental de girar los recursos sea quien sea el Director, el pago puntual a sus trabajadores y el acompañamiento de los entes de control, para evitar que este paciente muera ante los ojos de todos los araucanos.
El Hospital San Vicente de Arauca, no puede ser más la caja menor del gobernante de turno. Los recursos de la salud deben ser sagrados, como la vida misma. Es tan perverso e insensato quien se roba los recursos de la salud, como el que dispara al aire ráfagas de ametralladora, a sabiendas que puede causar la muerte a un tercero o al mismo tirador.
