Héctor Rusthenford Guerrero Flores, más conocido en el mundo criminal como ‘Niño’ Guerrero, es señalado de ser el principal jefe de la banda delincuencial ‘Tren de Aragua’ y líder de una pandilla carcelaria de Venezuela, conocida en el país como ‘Pranes’.
Este hombre de 40 años entró al radar de las autoridades venezolanas en septiembre de 2005, luego de atacar a una comisión policial y asesinar uno de sus integrantes en el estado de Aragua.
Fue capturado en 2010, cuando vendía artículos robados y traficaba drogas en su natal ciudad de Maracay. Para ese momento, ya tenía tres cargos por homicidio, lo que lo llevó a estar recluido en el centro penitenciario Tocorón, pero se escapó en 2012.
En junio de 2013, Niño Guerrero fue recapturado en Barquisimeto, estado de Lara. Allí, llevaba meses cometiendo hurtos a residencias y ya se había convertido en uno de los criminales más buscados de Venezuela.
En febrero de 2018, Guerrero aceptó los delitos que se le imputaban, como homicidios, múltiples robos a residencias, porte de armas, tráfico de drogas y de su fuga de Tocorón en 2012, por lo que fue condenado 17 años de cárcel.
Esa pena la estaba pagando hasta su nueva fuga la semana pasada. En ese centro penitenciario tenía su propia vivienda de dos pisos en donde recibía a los visitantes que quisiera y contaba con piscina, campo de béisbol, área de conciertos y hasta un zoológico.
Sus principales rentas criminales se basan en extorsión, secuestros, tráfico de drogas, sicariato, robo de vehículos, tráfico de migrantes y trata de personas, principalmente en Chile, Colombia y Ecuador.
Ahora, en la frontera con Venezuela, especialmente en Norte de Santander y Arauca, las autoridades colombianas han estado alertas ante su eventual llegada por un paso irregular para buscar refugio luego de la toma de la cárcel del Tocorón, con al menos 11 mil policías y militares.
Si bien no hay información concreta de esas intenciones, es una hipótesis que no se descarta ya que tiene rutas, negocios, finanzas, logísticas, armas y personal para organizarse de nuevo. La Interpol activó nueve circulares azules para la captura del máximo cabecilla del ‘Tren de Aragua’ y otros de sus miembros.
