Una preocupante ola delictiva se está presentando en las últimas semanas en la vecina población de El Amparo en contra de los intereses de las personas que visitan el lugar e incluso de los propios residentes.
Los sitios preferidos por los delincuentes son los supermercados de mayor afluencia de compradores donde esperan que llegue un incauto comprador a bordo de su motocicleta para proceder a hurtarla una vez la persona ingrese al establecimiento.
El número de hurtos ha sido tan alto que en los últimos días la gente alertada por la ola delictiva ha decidido no volver a los sitios de mercado de esa población para evitar la pérdida de sus bienes.
Las autoridades, según los habitantes de El Amparo, se han quedado cortas ante la avalancha de hampones que pululan en esa población, que hoy en día se está convirtiendo nuevamente en un pueblo fantasma.