A la 1:30 de la tarde de este lunes 13 de abril el sosiego que vivían decenas de familias menesterosas del barrio Cofavi, de los suburbios de Saravena, se vio alterado súbitamente al escucharse "una tremenda explosón" que generó el consecuente pánico entre sus moradores. Fue un artefacto, al parecer mina antipersona, el que detonó y dejó un saldo lamentable para la familia Pérez Valencia.
El insuceso generó la muerte instantánea de Ascensión Pérez Pacheco de 49 años de edad y de su hijo Eduardo Pérez Valencia de tan sólo ocho años; el parte oficial de las autoridades dio cuenta de graves lesiones en la esposa de la víctima, Lucrecia Valencia Villamizar de 33 años, quien perdió sus extremidades inferiores, y del menor Brayan Andrés Pérez Valencia de seis años.
Las versiones entregadas por el vecindario a las autoridades establecen que los cuatro miembros de la familia afectada había salido a la zona boscosa del sector en busca de leña para preparar sus alimentos, pero se encontraron con el artefacto que les generó el aciago momento.
Una vez conocida la noticia, el gobernador Alejandro Arbeláez expidió una comunicación condenando el hecho y rechazando la actitud de los terroristas que con su manera de maniobrar lo que han traido es luto y dolor en una familia desplazada y que se había asentado en esa zona tugurial desde hacía algunos meses.
En uno de los apartes de la comunicación dada a conocer por el mandatario regional se señala:
"Lamentamos que estos hechos sigan ocurriendo en este Departamento donde la gente campesina ha venido trabajando en la construcción de la paz, sobre todo en los sectores apartados del centro de la capital araucana. Es repudiable que se siga infringiendo el Derecho Internacional Humanitario y se sigan atacando niños de una manera tan vil como la ocurrida en el municipio de Saravena".
