Hablar de paz imperfecta y de fin del conflicto en Arauca es más que una utopía, es ilógico e irrealista. En momentos en que el departamento está “paralizado” por una amenaza armada del ELN, pensar en habar de paz sin este grupo guerrillero es solo un engaño y una burla para los ciudadanos.
El concepto de la “Paz Imperfecta” según su creador, profesor Francisco Muñoz del Instituto de Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada en España, dice que se llama precisamente imperfecta porque: “…a pesar de gestionarse pacíficamente las controversias, convive con los conflictos y algunas formas de violencia.” Por esta misma razón no es posible hablar de paz y menos de imperfecta, ya que los que vivimos en Arauca supera todas las formas de violaciones a los derechos humanos y más parece un estado de guerra que un estado social de derecho.
Por otro lado, hablar de fin del conflicto en este momento y lugar, es más que una publicidad engañosa, es una ofensa contra los miles de araucanos que padecen el azote terrorista del ELN.
Sencillamente es incomprensible cómo una de las regiones más militarizadas de Colombia, este “secuestrada” por el ELN y decidan paralizar el departamento cada vez que ellos quieran. Tal vez entendimos mal los anuncios del gobierno nacional de la llegada de cuatro batallones y de grupos de Fuerzas Especiales para resguardar la integridad y bienes de los araucanos, es posible que estos hayan venido a resguardar el nuevo interés estratégico de la región, las FARC.
Arauca está convertida en un polvorín, que donde estalle los escombros podrían llegar hasta La Habana. Las demostraciones de poder de los elenos, nos permiten pensar que si la fuerza pública no es capaz resguardar del terrorismo a los poblados y vías de Arauca, menos lo podrán hacerlo en zonas remotas y de amplia presencia de las guerrillas. Así las cosas como lo reconoció un líder comunista a una prestigiosa revista nacional: “…aquí hasta que no hable ‘Pablito’ (comandante del Frente Domingo Laín) no hay nada escrito”. Con el paro armado, convocado con ocasión del aniversario del frente ‘Domingo Laín’, el poderoso jefe guerrillero parece haber hablado.”
Para lograr paz, lo primero que se debe hacer es decir la verdad, porque lo que se está haciendo con Arauca, es intentar tapar el sol con un dedo. La paz no se impone desde La Habana, la paz se logra mediante el diálogo regional con todas las partes y mientras esta condición no sea superada, lo demás es clientelismo, publicidad política y show mediático. La realidad araucana merece estudiarse con mayor detenimiento, sin protagonismos, ni politiquería y sobre todo con la verdad.