Con recursos de la parafiscalidad ganadera se apalancaron gastos de servicios públicos, cánones de arrendamiento y pólizas de cumplimiento de contratos para ejecutar ciclos de vacunación en algunas regiones del país. La Contraloría llama la atención sobre la oportunidad y efectividad de los controles en materia de supervisión a la vacunación, movilización y control del hato ganadero en el territorio nacional, y de manera específica en zonas de alta vigilancia, como el caso de Arauca.
La Contraloría encontró debilidades en los procesos de seguimiento y control a cargo del Instituto Colombiano Agropecuario -ICA-, en torno a la prevención y erradicación de las enfermedades de control oficial en bovinos y bufalinos, así como un problema visible en la calidad y completitud de la información.
A partir de las verificaciones realizadas, la CGR llama la atención sobre la efectividad de los controles y la eficiencia de la supervisión a los procesos de vacunación, movilización y control del hato ganadero en el territorio nacional, particularmente en zonas de alta vigilancia, como es el caso de Arauca, zona de frontera y, por tanto, de mayor riesgo para el contagio de enfermedades de control oficial, e ingreso de animales de contrabando.